Foto | Nora Zubia @noriisima

Uno de los posts más importantes que hemos publicado hasta el momento, es este. Aquí os explicábamos como es el ambiente que el cáncer detesta y cómo es el ambiente qué el cáncer adora. Os dábamos una lista de once factores que siempre debemos tener en cuenta. Si nuestro organismo es afín a estos factores, estamos propiciando un entorno procáncer en toda regla. Damos por supuesto que a priori no todos estos factores serán entendidos por algunos de nuestros lectores. Por eso, vamos dedicando posts a aclarar estos puntos. Ya lo hicimos hace  tiempo con el sistema inmune o con el estrés. Hoy le toca el turno al ambiente inflamatorio provocado por un balance incorrecto de Omega 3 y Omega 6. ¿Estáis listos? ¡Vamos allá!

Está comprobado que las inflamaciones crónicas ocasionan en muchos casos la aparición de cáncer. Es francamente importante que en nuestro cuerpo no tengamos nada inflamado, sobre todo, de manera crónica (de ahí que cuando hablamos de algún alimento o sustancia, siempre destaquemos sus propiedades antiinflamatorias). Probablemente, después de leer esto, más de uno piense en echar mano de los socorridos medicamentos antiinflamatorios, pero hay un gran problema: que estarías dándole a tu cuerpo medicamentos que tendrán efectos secundarios seguro. Así pues, ¿por qué no intentamos mantener a nuestro cuerpo sin inflamaciones de una manera natural? Eliminemos en la medida de lo posible de nuestra dieta los alimentos que ocasionan inflamación y añadamos a nuestra dieta aquellos alimentos que ayudan a desinflamar (os puedo asegurar que esto funciona: yo solía padecer de dolores de cabeza día sí, día también, desde que los alimentos antiinflamatorios pesan más que los inflamatorios en mi dieta, ¡ya no sé lo que es un dolor de cabeza!). Y así, tendremos el problema resuelto :). Para ello debemos conocer qué alimentos son antiinflamatorios y qué alimentos son inflamatorios.

Alimentos antiinflamatorios

• Frutas: melón, uva roja, piña, frambuesa y fresa.
• Vegetales: zanahoria, ajo, cebolla, de hoja verde, crucíferas, aguacate, patata con piel.
• Especias: todas las hierbas aromáticas y jengibre, romero, orégano, curry y cúrcuma.
• Pescado azul.
• Frutos secos: nueces, almendras, avellanas y pistachos.
• Semillas: de lino, de sésamo, de chía.
• Aceite: de oliva virgen extra.
• El chile.
• Leche materna.

Alimentos inflamatorios:

• Aceites refinados: de oliva (sí, no lo olvidéis, consumid siempre el virgen extra, incluso para cocinar), de girasol, de palma y de soja.
• Margarinas.
• Grasas o aceites hidrogenadas (o parcialmente hidrogenadas).
• Carne: pollo, cordero, ternera y cerdo (aclaración importante que seguro a más de uno le alegra el día: el jamón serrano no produce inflamación).
• Quesos: fundamentalmente los más grasos.
• Leche de ganadería convencional.
• Cereales refinados (siempre elige integrales).
• Golosinas y chicles.
• Bollos, pasteles y galletas industriales.
• Azúcar y endulzantes artificiales.

Al principio del post, mencionábamos lo del balance Omega 3 y Omega 6. ¿A qué nos referimos con esto?:

Tanto el Omega 3 como el Omega 6 son ácidos grasos directamente relacionados con la inflamación. Entonces, es de suponer, que al decir balance, lo que todos deberíamos intentar es equilibrar el consumo de ambos ácidos grasos. Actualmente existe una tendencia generalizada a consumir muchos más Omega 6 (que no son otra cosa que las dichosas grasas trans) que Omega 3. Si releemos las listas anteriormente expuestas lo entenderemos. La primera lista –alimentos antinflamatorios está compuesta de Omega 3- y la segunda lista –de Omega 6-. Haced ahora un análisis franco y objetivo de vuestra dieta… ¿consumís más alimentos de la primera lista o de la segunda lista?

Compañeros de camino, si tenéis cáncer, mucho ojo con los Omega 6. Si estáis sanos, cuidaros, más vale prevenir que lamentar :).