Foto | Nora Zubia @slowandchic
¿Sabíais qué hay alimentos funcionales? ¿Sabíais qué después de la leche materna, la cebolla –y todas sus primas hermanas: cebolleta, puerro y chalota- es uno de los mejores alimentos funcionales qué existen? ¿Sabéis qué son? 🙂
Los alimentos funcionales son aquellos alimentos con capacidad para modular varios aspectos de nuestro organismo, provocando un mantenimiento óptimo y constante de nuestra salud. La cebolla es capaz de esto y mucho más:
- Su gran cantidad de vitamina B, vitamina C y minerales, ayuda a que nuestro sistema antixodante trabaje al cien por cien, eliminando esos temidos y nada deseados radicales libres. Además, activa la secreción de jugos digestivos, lo que favorece la eliminación de toxinas y un estado óptimo de nuestra flora intestinal.
- Sus numerosísimas enzimas y glucoquininas, un compuesto similar a la insulina, ayudan a reducir el exceso de azúcar en la sangre. Por este motivo, es fundamental que tanto los diabéticos como los enfermos de cáncer consuman mucha cebolla a diario.
- Su gran número de bioflavonoides, sobre todo de quercetina, la convierten en una baza muy importante en la lucha contra el cáncer de mama, de ovario, de cuello de útero, de colon, de próstata, de estómago, de cerebro y en la lucha contra la leucemia. La cebolla morada es la variedad más rica en esta sustancia.
Enumeremos pues sus propiedades más destacables:
- Potencia el efecto de la quimioterapia, disminuyendo la resistencia de los tumores a la misma, y aumentando considerablemente las posibilidades de supervivencia.
- Inhibe el crecimiento y la proliferación de las células tumorales.
- Induce el suicidio de las células cancerígenas (apoptosis).
- Evita la aparición de metástasis.
- Estimula el sistema inmune.
- Ayuda a eliminar sustancias tóxicas de nuestro organismo.
- Regula los niveles de colesterol.
- Previene el envejecimiento celular, las enfermedades cardiovasculares y la osteoporosis.
- Es antiinflamatoria y antioxidante.
¿Cuándo y cómo consumirla?
Todos los días y de todas las maneras posibles. Evidentemente cocinada es lo más fácil y común. Así que, aumentemos la dosis de cebolla de todas nuestras recetas en la medida de lo posible. En crudo sus propiedades no menguan. Así que añadidla a vuestras ensaladas también. Si os sienta mal, os provoca ardores de estómago –como a la otra mitad de Jaque al cáncer- o simplemente su sabor no os gusta, probad a cortarla y dejarla en remojo en agua templada unas horas antes de consumirla.
Debéis saber también que las crucíferas son capaces de potenciar el efecto anticáncer de la cebolla. Así que, esa unión culinaria hay que tenerla muy en cuenta :).
Información muy valiosa, gracias por compartir. Todos los comentarios son muy interesantes y siempre aprendo algo nuevo. Me tenéis enganchada, pero disfruto leyendo.😄
Un abrazo de bufanda!!!!
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Oooh! Confesamos que nos rechifla tenerte enganchada Carmen 😉 Otro super abrazo de vuelta!!!
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