PÉRDIDA DEL APETITO, ALTERACIÓN DE LOS SABORES, NÁUSEAS Y VÓMITOS

APETITO, SABORES, NÁUSEAS Y VÓMITOS

Pues sí. No podemos negarlo. Los tratamientos contra el cáncer suelen acarrear efectos secundarios de lo más variopintos. Algunos son más llevaderos, otros lo son menos. Hay quien se libra de ellos. Hay quien no se libra, pero sabe vivir con ellos. Y hay quien, además de no librarse, los lleva francamente mal… Nuestro post de hoy va dedicado a todos esos efectos secundarios relacionados con el apetito: la falta del mismo, la alteración de sabores, y, como no, las náuseas y los vómitos. Ojalá, ojalá, y estas pautas os ayuden a sobrellevar todo esto mejor…

Pérdida del apetito y alteración de los sabores.

Durante los tratamientos oncológicos, especialmente durante la quimio, la falta de apetito suele reinar dentro de nosotros. Al que más y al que menos, se le hace cuesta arriba cumplir con la necesidad de comer. Y es que, no es solo que nuestro apetito disminuya, es que, además, es bastante común que cuando comemos, todo nos sepa a metal o simplemente, no nos sepa a nada. Dicho de otro modo, ya no disfrutamos con la comida. Evidentemente, con todo esto, es muy entendible que las ganas de comer se disipen. No obstante, como a estas alturas, ya todos sabemos lo importante que es comer, COMER BIEN, habrá que ponerle remedio al asunto. Aquí van algunas pautas al respecto:

  • Aumentar el número de comidas realizadas al día. En lugar de tres, aumentémoslas a cinco o incluso seis. Comer menos pero más veces al día es un truco sencillo que muchas veces suele tener muy buenos resultados.
  • Llevar a cabo estas comidas acompañados. En estas circunstancias, es mejor comer con compañía. Seguro nos motiva la presencia de alguien más. Eso sí, ¡acompañantes! ¡Ojo al dato! Sin presiones ni atosigamientos, siempre con calma y respetando los ritmos y las preferencias del enfermo. Que el acto de comer sea un acto armonioso y tranquilo.
  • Moverse. Cae de cajón, ¿verdad? Si no nos movemos, no quemamos, si no quemamos, no tendremos hambre, es la pescadilla que se muerde la cola 😉. Si podemos, salir a pasear justo antes de comer es una excelente opción.
  • Evitar comidas con olores muy potentes y fuertes. A veces, un olor impetuoso puede echarnos para atrás y hacer que cerremos la boca más de lo debido.
  • Incrementar en nuestros platos las grasas saludables. Las necesitaremos más que nunca y es un buen modo de cubrir necesidades básicas alimenticias si comemos menos de lo habitual. Ejemplos de estas grasas: AOVE, semillas, frutos secos, huevo y aguacate.
  • Incrementar también las proteínas en nuestros platos. Ejemplos de alimentos convenientes con muchas proteínas: quinoa, semillas de cáñamo, huevo, espirulina, moringa, o incluso suplementos como la proteína de guisante.
  •  Hidratarnos muy bien. Bebamos con frecuencia y todo ayuda: agua, frutas, zumos naturales, sopas, cremas de verduras, infusiones y té verde.

 *** En la mayoría de los casos, todo esto se reforzará con algún medicamento específico que el oncólogo nos recetará para abrir el apetito. Lo ideal sería que no nos tuviesen que prescribir dicho medicamento o, en su defecto, que nos pudiésemos quedar en la dosis mínima.

Náuseas y vómitos.

Como mencionábamos líneas más arriba, las náuseas y los vómitos suelen ir también de la mano junto con la quimio especialmente. Estas pautas contribuyen a que estos efectos sean menos intensos y menos frecuentes:

  • Sería ideal que nuestro estómago nunca estuviera vacío del todo. La sensación de estómago vacío incrementa generalmente las náuseas.
  • Sería ideal que evitáramos a toda costa las grasas no saludables, los alimentos fritos y los alimentos azucarados. Aunque no lo creamos, estos alimentos -además de no nutrirnos en lo absoluto y darle “más chicha a nuestras células cancerígenas”- acaban provocando ese malestar estomacal y esas náuseas y vómitos.
  • Sería ideal que el jengibre fuese un aliado más en nuestras cocinas. Es un antiemético (dicho de otro modo, “antivomitivo”) natural estupendo. Lo podemos incorporar a nuestros zumos, a nuestras cremas de verduras e incluso hacernos infusiones de jengibre, manzana y canela (receta de la doctora Odile).
  • Sería ideal que bebiésemos líquidos tirando a fríos o templados. Los líquidos muy calientes aumentarán nuestras náuseas y nuestros vómitos.
  • Sería ideal, recurrir a la acupuntura, puede ser una gran aliada en estos casos. Siempre que sea algo en lo confiemos y siempre que sea impartida por un profesional en toda regla.

*** Si estos trucos no ayudasen del todo, existe medicación específica que os puede ayudar y que vuestro oncólogo deberá recetar. ¡Importante! En caso de tener que recurrir a esta medicación específica, no debemos tomar jengibre, ya que podría llegar a interaccionar con el medicamento prescrito.

8 comentarios en “PÉRDIDA DEL APETITO, ALTERACIÓN DE LOS SABORES, NÁUSEAS Y VÓMITOS

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