CUANDO EL HIERRO ESTÁ BAJO

hierro

Foto | Nora Zubia @slowandchic

Parece que últimamente este diagnóstico “tengo el hierro por los suelos” me persigue. Y no precisamente por padecerlo yo. Ni siquiera mi socia. Ni siquiera nuestra Nora. Pero si personas con presencia en mi vida. Presencia con mayor o menor intensidad, pero presencia importante -ya sea de un modo, ya sea de otro- a fin de cuentas. Y ya os adelanto que, si de motu propio no leen este post, me encargaré personalmente de que lo lean, aunque para ello me tilden de pesada. ¡Jejeje! Y es que estas personas me han inspirado para este post. Y me han hecho re-pensar en lo importante que es tener el hierro bien, estar fuertes de verdad, y no padecer anemias ferropénicas (suelen ir de la mano con algunos/todos estos síntomas: debilidad, falta de energía, pérdida de peso y dolores de cabeza). Y esto, también puede ser el pan nuestro de cada día cuando el cáncer irrumpe en nuestras vidas. Así que, vamos a ver que es el hierro, que tipos hay, como lo absorbemos y que alimentos contribuyen a que mi hierro esté en estado óptimo y, ya de paso, algún que otro consejillo más. Al lío.

¿Qué es el hierro?

El hierro es uno de los minerales más importantes para el correcto funcionamiento y desarrollo del cuerpo. Tiene un papel fundamental en la producción de hemoglobina (presente en los glóbulos rojos), y mioglobina (presente en los músculos). Por si esto fuera poco, participa del proceso de producción de hormonas y en la creación de tejido conectivo (dicho fácil, nuestro «tejido de sostén»).

Tipos de hierro y absorción de hierro:

  • Hierro hemo. El hierro presente en alimentos de origen animal. De este hierro nuestro organismo solo es capaz de absorber la cuarta parte aproximadamente.
  • Hierro no hemo. El hierro presente en vegetales y alimentos de procedencia no animal. De este hierro nuestro organismo solo es capaz de absorber sobre un 10%.

¿Qué alimentos contienen más hierro? (Os enumeramos los que a nosotras nos parecen los más importantes)

  • Carnes rojas magras: ternera y buey. Como ya sabéis, no es lo que solemos recomendar como alimento saludable, sin embargo, si que contienen hierro y por tanto, teníamos que incluirlo. Máximo 2 veces a la semana, y mejor de procedencia de confianza o eco (aunque ya sabemos que esto no es fácil…).
  • Mariscos de concha: berberechos, almejas y mejillones.
  • Yema de huevo.
  • Frutos secos: anacardos, nueces, avellanas, pistachos, piñones y almendras.
  • Dátiles.
  • Semillas de sésamo y semillas de calabaza.
  • Verduras de hoja verde: acelgas y espinacas por ejemplo.
  • Cilantro y eneldo.
  • Legumbres: garbanzos, lentejas, azukis y guisantes.
  • Cereales integrales: arroz y avena.
  • Harinas integrales de: avena, cebada, trigo sarraceno, mijo, amaranto y trigo.
  • Alga espirulina.

Trucos para potenciar la absorción del hierro:

– Consumir alimentos ricos en vitamina C junto con alimentos ricos en hierro. La vitamina C le ayuda a nuestro organismo a asimilar este mineral.

– No consumir las siguientes cosas al mismo tiempo o inmediatamente después de haber consumido alimentos ricos en hierro:

  • Café
  • Té (¡como el té verde!)
  • Suplementos de fibra.
  • Anti-ácidos (ejemplo, almax)

*** Para entender bien este último punto os damos un ejemplo: no conviene que nos tomemos un café inmediatamente después de la comida. Hagámoslo después de un buen rato. De lo contrario, no podremos absorber el hierro de esos alimentos que acabamos de consumir. En el caso del té verde, es conveniente que ese rato sea de al menos dos horas.

* Editamos post para contaros que nos soplan desde redes sociales que hay casos de anemias crónicas que finalmente están relacionadas con problemas de celiaquía. Tenedlo en cuenta por si acaso *.

 

4 comentarios en “CUANDO EL HIERRO ESTÁ BAJO

Deja un comentario