Hace algunas semanas os enseñaba la mini coleta que había conseguido donar y os contaba que tenía un pequeño problema con mis canas (no tanto de cantidad, sino de velocidad, jeje, ¡son como Rayo McQueen en sus mejores épocas, aparecen a la velocidad del rayo!). Y os vaticinaba un post sobre un tinte diferente que estaba probando. Pues allá vamos. Os pongo en antecedentes primero.
Hasta hace algún tiempo me teñía una vez al mes. Sabía de antemano, que, como un reloj, debía hacer visita puntual a la peluquería. Y todo iba bien…
Por si os lo estáis preguntando, la respuesta es sí: me teñía con un tinte químico. Supuestamente, era un tinte de calidad y, por tanto, menos agresivo, o así me lo dijeron en la peluquería… De hecho, era bastante carete, y, parece que, en tintes químicos, como en muchas otras cosas, la calidad va casi siempre de la mano de su coste. (Debemos destacar además que en la actualidad hay muchos avances en este campo y, los tintes de ahora nada tienen que ver con aquellos tintes atiborrados de amoniacos poco controlados de antaño).
El caso es que, pese a que sabía que no me estaba echando el peor tinte del mercado, eran químicos que una vez al mes acechaban la piel de mi cabeza, para, ipso facto, pasar al sistema linfático y al torrente sanguíneo y alterar ya de paso el PH de mi cuero cabelludo.
Y así, cada vez que salía de la peluquería me decía a mi misma que, no debía seguir echándome tintes una vez al mes, porque, pese a los avances, hay evidencia científica clara que asocia el uso de tintes químicos con la aparición de linfomas, leucemias y cánceres de mama principalmente. Sigue leyendo →
Leo y releo este post y siempre llego a la misma conclusión: es un post que vale su peso en oro. Y no precisamente por el trabajo de Jaque, sino por el trabajo y el desparpajo detrás de estas 5 Grandes sin pelos en la lengua. No cualquiera se presta a desnudarse de esta manera. No cualquiera se presta a desvelar cosas tan íntimas. Y no cualquiera tiene gestos así de manera desinteresada y altruista. Estas 5 chicas fueron la mar de generosas y la mar de empáticas. Si dudaron participar, en Jaque no nos enteramos… Su respuesta fue Sí a la propuesta y a por todas fueron.
En una semana marcada por ese furor mediático que viene de la mano de «El día de…» -ya sabéis que yo no soy de «días de…» pues todos los días lo son, o deberían serlo…- viene bien releer este post o leerlo por primera vez para 1) ser conscientes de TODO lo que un cáncer conlleva o para 2) quizás, si tengo o he tenido cáncer, poner en práctica algo de lo que estas chicas nos cuentan o, al menos, sentirme identificad@ y, por tanto, menos sol@.
Caminantes, ¿el deseo sexual se queda en el fondo del armario cuándo el cáncer hace acto de aparición? Caminantes, ¿es fácil enfrentarte a noches de pasión cuando te sientes insegura porque ya no tienes una de tus mamas, o, las dos? Caminantes, ¿será necesaria la ayuda de algún profesional para afrontar esto? Caminantes, ¿vuestra pareja estará igual de asustada? Caminantes, ¿será la comunicación clave en momentos así?
Y antes de despedirme y desearos un buen ecuador de semana, tengo que sí o sí hacer referencia a Ari. La última Grande sin pelos en la lengua. Ari brilla en el cielo desde hace un par de semanas. Y no sabéis como lo siento. El otro día contaba esto y alguna cosa más en el Instagram de Jaque… Y creo que volver a recordarla es nuestro mayor homenaje, porque como dice Mary Poppins en su regreso, hay cosas que, aunque no veas, nunca se pierden.
«(…) Ari era honesta y valiente también, y no tenía pelos en la lengua. Así la vimos en aquella colaboración que, en breve, recordaremos. Su eterna sonrisa y buen humor y sus infinitas ganas de vivir traspasaban su cuenta de Instagram. Leerla era una incesante y formidable lección de vida (…)»
Gracias y mil veces gracias Ari por tanto que nos diste. Hasta siempre.
¿Otra vez un post sobre el aguacate y sus grasas buenas y lo mucho qué puede hacer por nuestra salud si lo consumimos de manera habitual?
No, no, no… Repetir contenidos no entra en los planes de Jaque 😉…
El post de hoy anhela ir más allá. Y hablar sobre la perfección. O, más bien, sobre la no perfección. La del aguacate, por ejemplo. O, la de las personas…
Y es que, considero que, no existe la perfección en nada ni en nadie. Partiendo de la base de que todos somos distintos y no a todos nos gusta lo mismo. Ni todos pensamos igual. Ni todos creemos en las mismas cosas. Ante esto, no hay argumento posible que justifique el concepto de perfección…
¿Y por qué hablar hoy sobre la (no) perfección?
Hace algunos días veía en Instagram como alguien lanzaba un mensaje que decía, de manera resumida, lo siguiente:
“(…) Mis hijos toman azúcar y beben leche de vaca (..) No soy perfecta (…)”.
Me impactaron mucho estas palabras. Y es que no creo que nadie que intente restringir el azúcar lo más posible a sus hijos o que haya decidido darles otro tipo de leche que no sea la de vaca, lo haya hecho con la intención de buscar la perfección. No creo que se trate de esto, ni muchísimo menos.
Imagino que, todo aquel que busca ir más allá en la alimentación de su familia, lo hace buscando invertir en su salud (como al que le gusta invertir en un buen colegio, por ejemplo) e intentando seguir un camino y unas pautas alimenticias en las que cree porque considera por un motivo o por otro que son las más adecuadas -que no perfectas- para ellos. Cree que somos lo que comemos, y por eso, sin más pretensiones, indaga sobre qué es lo que más le enriquece a su familia. Esto hace que no se quede con “lo de siempre”, con eso que en esta sociedad está “bien visto” y “es normal” que los niños coman…
¿Y sabéis una cosa? Esta búsqueda supone salir de tu zona de confort. Lo sé muy bien. Es más cómodo que tus niños desayunen leche de vaca con colacao, porque si vas a una cafetería lo tienen y, sobre todo, porque a los mismos niños les ahorrarías sentirse a veces bichos raros. Que a veces pasa… no entienden porque todo el mundo desayuna colacao con leche de vaca y galletas y porque ellos desayunan avena con leche vegetal y cacao puro. O no entienden porque como tentempié se tienen que llevar al cole una pieza de fruta en vez de un bollito. Y ahí entra tu desasosiego fuera de tu zona de confort. Y piensas -hay temporadas en que te lo planteas muchas veces- si merece la pena todo esto… Pero al final, tus principios para con su alimentación pesan más y entonces no sucumbes e intentas hacerlo lo mejor posible -¡¡qué no de manera perfecta!!- en base a tus creencias.
Así que, no. No a la perfección. Y si a la no perfección. Y si a que cada quien actúe en esta vida en base a sus principios, a sus valores, a sus ideas y a sus creencias (evidentemente, siempre y cuando no perjudiquemos a nadie). Y si al respeto. Al respeto de todas y cada una de estas ideas, creencias y valores. Tanto a tu idea de que tus hijos tomen azúcar y beban leche de vaca. Como a tu idea de lo contrario.
Y hasta que aquí el post de hoy caminantes.
Me despido deseándoos un miércoles escandalosamente bueno e imperfecto 😉. Y contándoos que tenéis DOS POR UNO en la tienda Jaque. O, dos por uno en la calle Moratín número 42 de Madrid (tienda física de Amapola Bio) para que, a los que os venga bien, os ahorréis gastos de envío. ¡Corred! ¡Quedan ya pocas unidades y van a volar con esta super promoción!
Tengo que escribir un post que siga animando a quien, aún no se haya animado, a que se haga con nuestro #calendariosolidario.
Tengo que escribir un post que convenza.
Tengo que escribir un post que nos ayude a que los 80 calendarios que nos quedan -que ni son muchos, pero tampoco son tan pocos como para que se empolven para siempre en una caja- vuelen a vuestras manos.
Y, voy a ser muy franca. No tengo ni idea de por donde empezar. Ni de qué decir ya.
Tengo miedo de aburriros y, lo que sería peor, de cansaros. Yo sé que seguís a Jaque no por un calendario, sino por otros muchos motivos. Y, claro, que semana sí, semana también os hable del “dichoso calendario” … ¿quizás os crispe los nervios? No lo sé.
El caso que, quien no arriesga, no gana. Y voy a correr el riesgo, apostando fuerte a que, si este post fuera una partida de cartas, esta resultaría ser esa última carta definitiva y ganadora. Vamos, que, dicho de otro modo, este post será el último de este estilo y causará impacto y os animará a…
comprar el calendario si aún no lo habéis hecho, o
a enseñarle a tu mejor amiga el calendario para darle envidia y que ella también se lo compre, o
a contarle a tu vecina que es enfermera “fíjate que maravilla tener un calendario en el que apuntar todas tus guardias”, o
a contarle a la prima de tu madre que empieza con quimio en unos días “que es fantástico tener un sitio en donde ir apuntando las quimios que ya has ido finiquitando”, o
a hacerle un regalo especial e inesperado a alguien para un bonito 2019, o
a compartir en vuestros grupos de whatsapp el asunto con mucha efusividad para que alguien se anime, o
a compartir en vuestro muro de Facebook o en vuestra cuenta de Instagram o de Twitter un mensaje animoso que diga lo chulo y solidario que es el calendario.
Pero… siempre hay un pero 😉 … ese pero que estoy segura es el pero más grande que os detiene… ¡¡¡cuesta 10 euros!!! Y es que, como dice mi madre, “hija, no me extraña que a veces la gente no quiera pagar 10 euros por un calendario, mira lo que me acaban de regalar en esta tienda, un calendario para el 2019. Y gratis”. Sigue leyendo →
Aunque hacía tiempo que la veía merodear por Instagram, puedo decir que cuando realmente conocí a Idoia fue en el taller que Jaque impartió de manera virtual en el espacio Save the Mama. Idoia o, @tocatelastetas, como muchos la conoceréis, era una de las asistentes. Y pese a los problemas tecnológicos, jeje, algo hizo click entre nosotras. Desde entonces no le pierdo la pista. Me gusta su cuenta. Porque me gusta lo que cuenta y como lo cuenta. Y más de lo mismo con su blog. Caminantes, si aún no tenéis el gusto, os presento a otra sufridora más del cáncer de mama a la que nada ni nadie la detiene… ¡Cotillead su cuenta y su blog y veréis de lo que hablo! 😉. (Y hoy vamos a mandarle entre todos mucha energía de la buena, ayer se despidió de Mariano, como ella llama a su cáncer, y está en plena recuperación… aunque ya he visto que todo va de maravilla, oh yeah!).
Idoia es una “experta” en cannabis medicinal. Y hoy está con todos nosotros en Jaque para hablarnos precisamente de esto. De como a ella el cannabis le ha ayudado durante el proceso de su cáncer de mama. Información fiable de alguien experimentado en la materia. ¿Acaso podemos pedir más?
Sin más preámbulos, os dejo con el post de Idoia sobre los beneficios del cannabis medicinal. No os lo perdáis, de verdad que no tiene desperdicio, y SUMA muchos muchísimos puntos:
¡Hola caminantes! Soy Idoia y estoy muy contenta de poder compartir mi experiencia como consumidora de cannabis medicinal con los lectores de Jaque al cáncer.
El pasado 8 de junio me diagnosticaron un cáncer de mama y en julio ya estaba a tope con la quimio. Como sabéis, la quimioterapia es un tratamiento que puede tener efectos secundarios bastante molestos para las personas que lo recibimos, yo lo estoy llevando bastante bien, pero aún así ha habido cositas que me estaban dando un poco por saco, como náuseas primero con los ciclos de la quimio roja y luego la neuropatía periférica (en mi caso, con hormigueo y dolor de pies y piernas) que ha ido asomando la patita a medida que he ido avanzando con los ciclos de la quimio blanca.
Quería sentirme mejor y, como la mayoría de vosotras, yo siempre había oído hablar de los beneficios del cannabis para los efectos secundarios de la quimio, así que decidí informarme y probar. Y dejad que os diga una cosa: ¡funciona!
En lo que a efectos secundarios se refiere, el cannabis medicinal puede ayudarte a:
– reducir las náuseas y el malestar estomacal
– calmar el dolor de articulaciones y a llevar mejor las molestias producidas por la neuropatía periférica
– conciliar el sueño
– aumentar el apetito
– relajarte
¿Cómo tomarlo?
Yo lo tomo vaporizado y en aceite, pero también podéis infusionar las flores, preparar mantequillas, etc. Os cuento un poquito más sobre los métodos que he escogido yo:
VAPEAR LAS FLORES: aunque he sido fumadora recreativa de marihuana y además fumadora de tabaco, para mí era importante evitar dos cosas: el tabaco y la combustión, puesto que a nuestro cuerpo no le conviene ninguna de ellas. Así que me compré un vaporizador, de este modo, vapeo la marihuana, dándole al cuerpo solo lo que necesita: el extracto de la planta. Si vas a usar este método deberías hacerte con un vaporizador medicinal, con certificado CE/UE que te permita regular la temperatura a la que calientas las flores ya que al calentar a más de 180 grados, podemos inhalar residuos de la circutería. ¡Esto es importante que lo tengas en cuenta si quieres hacerlo bien!
ACEITE DE CANNABIS: es un aceite hecho a base de una proporción de distintos cannabinoides (cada enfermedad puede requerir que prime uno u otro). Se administra de forma sublingual, yo tomo dos gotas tres veces al día, aunque la dosis dependerá de la concentración de principios activos en la planta, el método de elaboración…
A mí el dolor de piernas también me lo calmaba el Ibuprofeno, pero sinceramente, prefiero tomar una planta que además carece de toxicidad significativa que meterle más química a mi cuerpo, que bastante llevo ya, ¿no?
¿Pero sabéis qué fue lo que me convenció realmente para tomar cannabis medicinal? ¿Con lo que flipé en colores? Que hay bastantes indicios que demuestran que, más allá de los beneficios para calmar los efectos secundarios, esta planta induce al suicidio de las células cancerígenas. Lo cuenta la prestigiosa bióloga e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, Cristina Sánchez, en este vídeo:
Para mí es obvio que funciona, pero quiero dejar claras dos cosas sobre el tratamiento con cannabis medicinal:
1- Obviamente todo esto no reemplaza al tratamiento médico convencional, a la quimio, radioterapia o cualquier otro tratamiento oncológico que estemos recibiendo, pero me parece un complemento brutal y por el alto potencial como antitumoral de la planta, creo que se debería de estar investigando mucho más, se deberían de estar haciendo ensayos clínicos para que los enfermos pudiéramos beneficiarnos de la planta de una forma mucho más segura y con mayores controles de calidad. ¿Os imagináis teniendo que ir a comprar cualquier medicamento al mercado negro? ¿No tendría sentido, no? Pues eso. Hace falta que la comunidad médica se involucre y que haya más inversiones públicas dirigidas a este campo que permitan avanzar en el camino hacia la regulación.
2- Mientras que la situación no se regularice somos los máximos responsables de lo que tomamos y la forma, por lo que hay que buscar fuentes de información fiables y vigilar mucho dónde conseguimos los productos para garantizar la calidad y seguridad, así como, siempre que sea posible (el precio a veces es un poco elevado para algunos bolsillos), procurar estar en contacto con profesionales que nos asesoren sobre el producto y la dosis. Os dejo algunos nombres clave en este campo en España que os pueden servir como punto de partida para iros introduciendo en el mundillo y estar bien informadas:
Cristina Sánchez. Investigadora que se ha centrado mucho en el cáncer de mama. En esta conferencia nos explica los avances en las investigaciones que han realizado en el laboratorio.
Manuel Guzmán. Bioquímico y biólogo molecular. Uno de los grandes investigadores en España en el uso medicinal de los cannabinoides. Haz click aquí para escucharlo.
Carola Pérez. Presidenta de la Asociación Dosemociones, que ayuda y guía a pacientes en sus tratamientos con cannabis. El testimonio de Carola, además, como usuaria de cannabis terapéutico, es muy interesante. Mira.
Observatorio Español de Cannabis Medicinal. En esta web encontraréis muchísima información seria sobre el tema: enfermedades que se pueden tratar, formas de administración, información médica, situación legal…
Unión de Pacientes por la Regulación del Cannabis (UPRC). Asociación de pacientes que defiende el derecho al acceso a cannabis y cannabinoides como tratamiento supervisado por un médico, de una manera segura y asequible.
Acabemos con el tabú y pensemos en nuestro bienestar. ¿Qué nos preocupa? ¿Colocarnos? ¿Acaso cualquier medicina que tomas no tiene efectos secundarios? Hay pastillas que marean, que dan sueño… Sin ir más lejos, ¡la quimio nos deja calvas y agotadas y a ninguna se nos ocurre no tomarla por ello! En fin, yo desde luego no voy a renunciar a aprovechar todo lo que me vaya bien para encontrarme mejor y curarme. ¿Y tú?
Idoia, un millón de gracias por ser como eres y por traer tan valiosa información a Jaque. Que vaya todo bien Amiga. Así será. ¡¡¡Y hasta pronto!!!
***Caminantes, si queréis más información podéis escribir a elcannario@gmail.com 😉