Foto | Nora Zubia @slowandchic
Hoy la inspiración no nos acompaña mucho. Tal vez en parte sea debido al tema sobre el que hoy queremos hablaros. Nos adentramos en el mundo de la cosmética un poco más, haciendo especial hincapié en las cremas. Y para qué negarlo, es un tema tan controvertido como difícil de plantear. Sin embargo, queremos salir airosas y tratarlo de un modo objetivo, claro y sencillo. Tras el post dedicado a los desodorantes nos dimos cuenta de lo mucho que os preocupa la cosmética, y no queremos defraudaros :).
Veamos pues.
Si nos guiamos por un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acerca de sustancias potencialmente inseguras en cosmética e higiene, concluimos que el riesgo existe en realidad cuando se utilizan muchos “productos dudosos” a lo largo del día. El empleo aislado, en principio, no debería comprometer nuestra salud.
Pero claro, nada más empezar, ya surge el dilema. ¿Qué quiere decir eso del empleo aislado? ¿Y muchos productos dudosos? ¿De qué cantidad estamos hablando?
Si empezamos a contar los productos más básicos y elementales, los que prácticamente todos usamos cada día, ya sumamos unos cuantos: champú, gel, jabón, desodorante, cremas (del cuerpo, de las manos…), detergentes, sin añadir otros, en cierto modo secundarios, como maquillajes, desmaquillantes, acondicionadores, colonias, protectores solares, etc.
Sigamos desenmarañando el asunto.
¿Cuáles serían esas sustancias potencialmente inseguras arriba mencionadas por la OCU y qué deberían ponernos en alerta? Hemos confeccionado una lista que a priori contiene las sustancias más inseguras. Pero la complejidad del tema puede haber dejado alguna en el tintero:
- Sulfato de sodio. Es la sustancia que hace que los productos sean más espumosos y su nivel de penetración en la piel es increíblemente alta.
- Triclosán: Es uno de los componentes de los antitranspirantes y de los desinfectantes de manos. Se cree que podría interferir con las funciones hormonales y eso, ya sabemos que es nocivo para nuestra salud.
- Formaldehídos. Es la sustancia que sirve de conservante en geles, champús o dentífricos. La OMS los llegó a declarar como cancerígenos ya hace algún tiempo.
- Parabenos. Otro componente que se utiliza como conservante en cosméticos y que irrita tremendamente la piel. Es una de las sustancias cuya investigación más controversia y polémica ha ocasionado. Un estudio llevado a cabo en Inglaterra en 2004 los relacionó directamente con el cáncer de mama.
- Talco. Esta sustancia está muy presente tanto en polvos de maquillaje como en productos infantiles. Diversos estudios la relacionan con el cáncer de ovario.
- BHA y BHT. Estos antioxidantes sintéticos actúan también como conservantes y su uso está muy extendido en maquillajes y geles. Su toxicidad es tan elevada que su uso está prohibido en algunos países como Japón.
- DEA (dietanolamina), MEA (etanolamina) o TEA (trietanolamina). Son otros de los productos químicos cuya función es producir espuma. Irritan de sobremanera piel y ojos.
- Derivados del petróleo. Estos derivados son muy utilizados en el mundo de la cosmética, especialmente, en cremas y champús. Nada aconsejables para la salud.
Seguro que, tras leer esta lista, más de uno se ha levantado corriendo al baño y ha empezado a leer los componentes de sus cremas, champús, etc…
Algunos os habréis asustado al empezar a ver la cantidad de sustancias indeseables que casi todo lleva. Otros, como sois más escépticos, estáis ya buscando más información al respecto. Y otros, ya os estáis auto convenciendo de que no puede ser el asunto tan terrible y estáis a punto de cortar la lectura del post, pensando “ojos que no ven, corazón que no siente”.
Lo entendemos. La idea es abrumadora y molesta. ¿Además de leer la etiqueta de lo que como voy a tener qué leer la etiqueta de lo que utilizo para mi higiene y cuidado personal? Lamentablemente , si queréis cuidaros más, sí. En el post de los desodorantes ya os lo decíamos y ahora lo reafirmamos. Sin embargo, ¡qué no cunda el pánico! No os estamos diciendo que eliminéis todos los tóxicos (entre otras cosas, porque eso es muy, muy, muy complicado…) de todos los cosméticos que utilicéis. Lo que sí os estamos recomendando es que eliminéis unos cuantos 😉 : cuantos más, mejor, y la lista arriba expuesta puede ser una buena guía y un excelente punto de partida. Nosotras, de momento, tanteando relación calidad-precio, en cosmética estamos apostamos por la marca Amapola Biocosmetics.
Como os decíamos antes y como bien apunta el título del post, vamos ahora a centrarnos en las cremas. La mejor manera de cuidar nuestra piel es aportándole nutrientes y principios activos que ayuden a que ella misma se recupere y se autorepare. Opciones naturales que pueden ser interesantes:
- Aceite de germen de trigo para la cara: nos protege de los radicales libres y del envejecimiento de la piel. Tiene un efecto protector y evita las manchas tras los baños de sol. Es ideal además como contorno de ojos antes de irnos a dormir.
- Aceite de sésamo o de almendras para el cuerpo: hidratan y aportan firmeza a nuestra piel.
- Aloe vera para la cara y para el cuerpo: es un gran regenerador celular y deja la piel tersa y aterciopelada.
- Leche limpiadora para la cara a base de saponaria: damos fe que la de Amapola Biocosmetics es magnífica.
- Mascarillas naturales para la cara: de arcilla verde para pieles grasas o de arcilla blanca para pieles secas.
- Aceites esenciales. Todo un mundo por descubrir. Los podéis encontrar en herbolarios y en tiendas especializadas. Amapola Biocosmetics también tiene una amplia selección, pero nosotras aún no los hemos probado. Fijaros siempre que sean de primera prensión en frío, para aseguraros que no han perdido propiedades y que su envase sea oscuro, pues se conservan mucho mejor. Pueden parecernos caros. Sin embargo, tienen tantas propiedades beneficiosas para la piel y cunden tanto, que al final, salen muy bien de precio. Son muy concentrados, por lo que es mejor que los mezcléis con otra crema o con aceite.
supongo que tendréis opiniones de todos los que os oímos…, supongo que todos agradecemos lo que hacéis; quisiera daros aliento, fuerza y energía para seguir ese camino que os habéis marcado, y que nos facilitéis información, ideas, y posibilidades para cambiar nuestra «realidad»…
Gracias, gracias, gracias por estar ahí!
Adriana
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Hola Adriana!
Muchas muchas gracias a ti, por pasar por aquí y por molestarte en escribirnos. No sabéis hasta que punto estos gestos nos animan a seguir en este camino… A veces es complicado mantenerse con la misma fuerza, pero comentarios como el tuyo nos impulsan a no bajar la guardia 🙂 ÁNIMO con «tu realidad», verás como no todo es negro…… Un fuerte abrazo caminante!!!
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Gracias por toda la información, es muy útil y se que a muchas personas nos preocupa este tema, os animo para que sigáis así, lo estáis haciendo muy bien.
Por si sirve de ayuda, os diré que yo he encontrado en el aceite de coco varias soluciones en un sólo producto. Desodorante, mezclo a partes iguales aceite de coco y bicarbonato médico.
Para hidratar cuerpo y cara tambien utilizo el acete de coco y últimamente también lo utilizo como contorno de ojo.
A mi me funciona muy bien.
Hasta pronto caminantes
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Carmen, tenemos en nuestra lista de inmediatos probar el aceite de coco… Lo del desodorante ya nos lo habías contado y desde entonces en mente lo tenemos 😉 Claro que nos sirven tus aportaciones. Cuanto más sepamos, mejor! Y vosotros nos ayudáis! Mil gracias amiga!
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