Leo y releo este post y siempre llego a la misma conclusión: es un post que vale su peso en oro. Y no precisamente por el trabajo de Jaque, sino por el trabajo y el desparpajo detrás de estas 5 Grandes sin pelos en la lengua. No cualquiera se presta a desnudarse de esta manera. No cualquiera se presta a desvelar cosas tan íntimas. Y no cualquiera tiene gestos así de manera desinteresada y altruista. Estas 5 chicas fueron la mar de generosas y la mar de empáticas. Si dudaron participar, en Jaque no nos enteramos… Su respuesta fue Sí a la propuesta y a por todas fueron.
En una semana marcada por ese furor mediático que viene de la mano de «El día de…» -ya sabéis que yo no soy de «días de…» pues todos los días lo son, o deberían serlo…- viene bien releer este post o leerlo por primera vez para 1) ser conscientes de TODO lo que un cáncer conlleva o para 2) quizás, si tengo o he tenido cáncer, poner en práctica algo de lo que estas chicas nos cuentan o, al menos, sentirme identificad@ y, por tanto, menos sol@.
Caminantes, ¿el deseo sexual se queda en el fondo del armario cuándo el cáncer hace acto de aparición? Caminantes, ¿es fácil enfrentarte a noches de pasión cuando te sientes insegura porque ya no tienes una de tus mamas, o, las dos? Caminantes, ¿será necesaria la ayuda de algún profesional para afrontar esto? Caminantes, ¿vuestra pareja estará igual de asustada? Caminantes, ¿será la comunicación clave en momentos así?
Todo esto y mucho más aquí:
https://jaquealcancer.com/2017/10/19/5-grandes-sin-pelos-en-la-lengua/
Y antes de despedirme y desearos un buen ecuador de semana, tengo que sí o sí hacer referencia a Ari. La última Grande sin pelos en la lengua. Ari brilla en el cielo desde hace un par de semanas. Y no sabéis como lo siento. El otro día contaba esto y alguna cosa más en el Instagram de Jaque… Y creo que volver a recordarla es nuestro mayor homenaje, porque como dice Mary Poppins en su regreso, hay cosas que, aunque no veas, nunca se pierden.
«(…) Ari era honesta y valiente también, y no tenía pelos en la lengua. Así la vimos en aquella colaboración que, en breve, recordaremos. Su eterna sonrisa y buen humor y sus infinitas ganas de vivir traspasaban su cuenta de Instagram. Leerla era una incesante y formidable lección de vida (…)»
Gracias y mil veces gracias Ari por tanto que nos diste. Hasta siempre.