ACEITES ESENCIALES

Aromatherapy

Fotos| Sonia Martínez

Cuando esbozamos la idea de este blog, teníamos bien claro que queríamos que fuese un lugar al que cualquiera que lo necesitase pudiese recurrir de manera sencilla, útil y amable. Pretendíamos reunir en un solo sitio información que vagaba por la red de manera desorganizada a veces, o de manera poco atractiva otras veces. Creemos que poco a poco lo estamos consiguiendo.

Como nunca hemos perdido de vista este objetivo, cada vez nos estamos inclinando más a traeros invitados que aporten cosas. Porque hay cosas a las que nosotras no llegamos, o, si llegamos… no lo hacemos en profundidad. El tema que nos ocupa hoy es un buen ejemplo de ello. Hace ya tiempo os hablábamos de los aceites esenciales en un post muy básico y bastante generalista. Hoy retomamos el tema de la mano de una gran profesional y centrándonos además en necesidades reales y muy frecuentes (y vuelven a hacer acto de presencia por aquí los latosos efectos secundarios).

Los aceites esenciales pueden sumar muchos puntos en ayudaros a solucionar problemas físicos -desde una diarrea hasta vómitos persistentes, pasando por la pérdida de líbido– o problemas emocionales -insomnio o ansiedad por ejemplo- o, también, son una buena manera de sumar puntos en vuestro entorno más hygge. Os confesamos que en nuestra búsqueda personal e incesante de convertir nuestros hogares en hogares muy acogedores y agradables, una de nuestras últimas compras ha sido un difusor de aceites esenciales… le confiere a tu casa un perfecto y sutil aroma que variará dependiendo del aceite esencial que utilices (y así, una servidora satisface a su media naranja… ¡un maniatico con el tema olores en casa! ¡jejej! Aunque ojo, que un difusor de aceites esenciales no es un ambientador propiamente dicho)…

Sonia nos gusta. Y nos gusta su blog. Y nos gusta seguirla en redes sociales. ¿Por qué? Sigue leyendo