LA VERSAPERS

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Foto | Nora Zubia @noriisima

Con los Reyes Magos a la vuelta de la esquina nos viene que ni pintado este post. Puede que a alguno o a alguna se le antoje la súper recomendación que hoy os traemos y la sume a su lista de regalos de estas Navidades.

Una servidora y la otra mitad de Jaque al cáncer compartimos muchas cosas. Además de este proyecto –que deseamos de corazón salga adelante-, compartimos también desayunos, aventuras y desventuras de cuatro niños, partidos de baloncesto, unos estupendos amigos en común, comidas tranquilas en pareja y, como no, recetas y artilugios culinarios. En una de esas primeras quedadas familiares, a la pareja de mi socia, se le ocurrió mencionarle a mi pareja, que desde hacía algunos meses se preparaban unos zumos bien sanotes en casa, mediante un aparatejo que exprimía no solo fruta, ¡sino también verdura! A mi marido los ojos se le salieron de las órbitas. (Reconozcámoslo, cariño mío, te encanta eso de tener la cocina llena de cacharrería 🙂 ). Nada más llegar a casa empezó a investigar en la web qué era exactamente aquel aparato y enseguida empezó a bombardearme con el asunto. Sigue leyendo

LA CÚRCUMA  

21 DIC.

Foto | Nora Zubia @noriisima

¿Cúr qué? ¿Cúrcuma? ¿De qué demonios me estás hablando? ¿Pero qué es eso? Esta fue mi reacción cuando la otra mitad de Jaque al cáncer me mencionó tal palabro hace cosa de año y medio. Atónita me quedé. Puede ser que tal perplejidad se debiera a mi incultura en cuanto a especias culinarias. No lo sé. La verdad es que el mundo de la cocina nunca me ha apasionado. Sin embargo desde que sé todo lo que sé sobre lo mucho que tiene que ver la alimentación en nuestro correcto funcionamiento interno, mi interés ha ido in crescendo y me estoy volviendo incluso una cocinillas (lo digo con la boca pequeña eso sí, pero, ¡todo se andará! 🙂 ). En cambio, mi socia siempre ha sido la mar de apañada en los fogones. Y por causas de la vida, siempre me ha llevado la delantera en estos menesteres de hábitos alimenticios sanos. Y así fue como yo conocí a la cúrcuma

La cúrcuma es una especia muy utilizada en la cocina hindú. De hecho es el componente culpable de que el curry tenga ese color amarillo tan característico. Y este componente, amigas y amigos, tiene unos poderes más que estupendos. Sus propiedades son tan tan tan beneficiosas que en el mundillo se la conoce como “el oro en polvo”. Es uno de los mayores antinflamatorios que existen y sus propiedades anticancerígenas son alucinantes. Su sabor es raro, medio amargo, medio picante y hay que hacerse a él. Pero con el tiempo hasta gustillo le coge uno. Su versatilidad es alucinante además. Tanto sirve para especiar un guiso o una crema de verduras, o puede ser un ingrediente más de nuestros zumos y tés.

Los poderes mágicos anticancerígenos de la cúrcuma son gracias a la curcumina, un potente agente antitumoral que es capaz de inhibir el crecimiento de todas las células tumorales. Hay estudios al respecto llevados a cabo con ratones cuyos resultados asombran a cualquiera.

¿Cuáles son las principales propiedades de la cúrcuma en relación con el cáncer?:

  • Reduce la inflamación alrededor del tumor
  • Reduce el dolor ocasionado por las dichosas metástasis.
  • Frena la progresión de las metástasis.
  • Induce a la autolisis de las células tumorales.
  • Previene el daño que producen los radicales libres sobre el ADN (dicho de otro modo, es antioxidante).
  • Estimula el sistema inmune, ayuda a nuestro ejército particular a luchar contra los enemigos.
  • Potencia la actividad y por tanto los resultados de la quimioterapia y de la radioterapia.
  • Protege a nuestras mucosas, a nuestro hígado y a nuestros riñones de la quimioterapia (ya sabemos que la quimio acaba con lo malo y lo bueno de nuestro organismo).

El caso es que sus efectos no son solo positivos en personas con cáncer, mirad:

  • Previene y combate los dolores causados en enfermedades como la artrosis, la artritis, el reuma, etc., evidentemente, gracias a su poder antiinflamatorio.
  • Previene enfermedades cardiovasculares.
  • Previene el párkinson y el alzhéimer.
  • Tiene muchas propiedades digestivas: mejora la digestión, ayuda a abrir el apetito, reduce los efectos causados por las gastritis crónicas.
  • Es carminativa: ayuda a expulsar los gases del intestino, por lo que se recomienda a personas con meteorismo y flatulencia.
  • Es una excelente protectora del hígado.
  • Ayuda a eliminar las piedras de la vesícula.
  • Es un antidepresivo natural y atenúa las consecuencias fisiológicas del estrés.

Para un consumo adecuado y óptimo de la cúrcuma tengamos en cuenta que:

  • Para que nuestro intestino sea capaz de absorberla correctamente, debemos mezclarla con una pizca de pimienta negra y un poco de aceite de oliva virgen extra o aceite de lino. Así pues, si preparamos un guiso, una crema de verduras, un arroz, un potaje… No nos olvidemos de cocinarlos con pimienta negra y aceite de oliva, añadiendo la cúrcuma molida durante los últimos tres minutos para que no pierda sus propiedades durante las cocciones.
  • La eficacia de la cúrcuma aumenta si se toma junto al té verde.
  • Si tenemos cáncer, nuestra dosis diaria debería ser de unos 3 gramos cada 8 horas.
  • Si no tenemos cáncer, lo ideal sería consumir unos 5 gramos diarios (lo que equivale a una cucharadita de café).
  • La cúrcuma puede interferir en los niveles de INR, en las personas que estén a tratamiento con anticoagulantes (por ejemplo, el sintrón) y aumentar el riesgo de sangrado.

 

 

           

EL MUNDO AMARILLO

IG MUNDO AMA

Lo reconocemos, si cuando El Mundo Amarillo llegó a nuestras vidas nos hubieran dicho que estaríamos embarcadas en un proyecto como el de Jaque al cáncer, nos hubiera entrado la risa floja…

Verano de 2014. Una menda recibe como regalo de cumpleaños un curioso libro –gracias infinitas al artífice de aquel regalo-. En mi vida había oído hablar de él. Ni de su escritor. Ni tan siquiera sabía cuál era su temática exacta. Pero todo en él me llamó la atención: su colorida portada, su colorido nombre y su positivo mensaje: si crees en los sueños, ellos se crearán… Leí el libro y me marcó. Tanto que nada más comenzar el curso escolar y reencontrarme con la otra mitad de Jaque al cáncer le hablé de él y se lo presté. Lo leyó. Y su conclusión fue la misma: es uno de esos libros que sí o sí todos deberíamos leer.

Albert Espinosa, artífice de El Mundo Amarillo, nos cuenta con un libro sencillo y de fácil lectura una etapa de su vida. Una etapa marcada por diez años de cáncer. Gracias a esos años de enfermedad descubrió un sinfín de cosas. Entre esas cosas, descubrió a los amarillos y, por tanto, al mundo de los amarillos. No vamos a ahondar más en esta idea. Descubrídla vosotros mismos. No os olvidéis de incluir pues este libro en vuestra lista de reyes de este año. Os gustará. Si tenéis cáncer, os dará fuerza y un enfoque de vuestra situación tremendamente alentador. Si alguien cercano a vosotros está enfermo, podréis echarle un cable en el aspecto emocional. Y si no tenéis cáncer ni nadie cercano a vosotros lo tiene, os darán unas ganas locas de enfocar vuestra vida de otra manera. ¡Ah! Y por supuesto, todos os pondréis en busca y captura: comenzaréis a escudriñar a vuestros propios amarillos. Una tarea interesante, motivadora y divertida, ¡os lo aseguramos!

Por cierto, yo ya puedo presumir de tener unos cuantos amarillos en mi vida. Y, benditos amarillos, socia de Jaque al cáncer, ¿alguna idea al respecto? 🙂

NEUROTRANSMISORES Y UN SEGUIDOR MUY ESPECIAL

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Foto | Nora Zubia @noriisima

El funcionamiento de nuestro organismo tiene una razón de ser. Que nuestro cuerpo y nuestra mente se comporten de un modo u otro tiene una explicación científica. Una cosa lleva a otra cosa, y así se van formando cadenas. Cadenas en todos los ámbitos: si yo sigo determinadas pautas alimenticias en mi día a día, eso propiciará un estado interno de mi organismo y esto a su vez llevará a que mi organismo desarrolle o no determinadas dolencias, por ejemplo (esto lo explicábamos ya en este post, ¿lo recordáis?). Otro ejemplo podría ser: si no descanso y duermo lo necesario, al día siguiente mi cuerpo y mi mente estarán resentidos. Notaré un cansancio físico mayor, estaré de peor humor, no tendré ganas de lidiar con nada ni nadie, etc. Aunque esto que os estamos contando pueda sonar a teoría sabida y resabida por todos, luego, nos enfrascamos tanto en nuestros menesteres diarios, que no nos paramos a pensar en todas estas, a priori, “simplezas”…

Somos francas. Muy probablemente el post de hoy no sería este de no ser porque uno de los seguidores más especiales que Jaque al cáncer tiene nos hizo llegar el cuadro que más abajo veréis (cuadro-resumen de Humberto Lobos Sucarrat, quien se basó en el libro The Upward Spiral). Para este seguidor, este tema es primordial en una web como la nuestra. Y es muy cierto. Por eso, no hemos querido dejar pasar más tiempo, y hoy os planteamos algunas de esas cadenas que mencionamos en el párrafo anterior, pero con bases científicas y concretas. Nos adentraremos en la cuestión de una manera algo más técnica y profunda. Esperemos que la complejidad del asunto nos permita elaborar un post en la misma línea de siempre: sencillo y conciso, que todos podamos entender sin mayor problema.

Comencemos. ¿Qué es un neurotransmisor? Un neurotransmisor es el encargado de transmitir información entre neuronas (las células del sistema nervioso) consecutivas. El resultado de este proceder es la sinapsis, cuya consecuencia directa es la transmisión de una serie de impulsos nerviosos. Entonces, según la orden que le demos a estos neurotransmisores, los resultados, serán unos u otros – ¿lo veis?, ya estamos hablando de otra cadena-.

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Si ahora le echamos un vistazo al cuadro lo entenderemos mucho mejor. Tomemos como ejemplo el primer neurotransmisor: la dopamina. ¿Cuándo empieza a trabajar la dopamina? Pues por ejemplo cuando practicamos ejercicio físico, cuando nos sumergimos en nuestros recuerdos más agradables o cuando expresamos nuestra gratitud hacia algo o hacia alguien. ¿Para qué trabaja la dopamina? Por ejemplo para disminuir nuestra ansiedad, para mejorar nuestro estado anímico, para tener más energía… Evidentemente, esto no es la panacea de nada ni de nadie: si practico una hora de spinning al día, haré trabajar a mi dopamina y ya no sabré lo qué es el estrés. Pues no. Todo forma parte de un engranaje mucho mayor… todo suma y todo ayuda, por eso es importante cuidar todos los ámbitos de nuestra persona y todas nuestras rutinas diarias.

Este cuadro-resumen refleja perfectamente el trabajo de los neurotransmisores y los efectos de dicho trabajo en las personas. Y sobra decir que esto es algo que todos debemos tener bien presentes. Tanto si estamos sanos como si no. Si estamos sanos, nos ayudará a seguir conservando salud y si no lo estamos, nos ayudará a salir airosos de la dolencia que sea. Para los enfermos de cáncer esta información es tremendamente valiosa…. ¡Mirad! Comer almendras activa el GABA cuya función es relajarnos… algo bien importante en caminos pedregosos como el del cáncer, ¿verdad?

Nada más que añadir, salvo dar las gracias infinitas a ese seguidor tan especial.

¡Gracias y a por todas! 🙂

LA CARNE

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Foto | Nora Zubia @noriisima

Sí, somos conscientes de ello: tal vez muchos al ver de qué trata el post de hoy y ver que está encuadrado en la categoría de alimentos prohibidos os echéis las manos a la cabeza y penséis, otras pesadas más con lo de la carne, y ni tan siquiera os asoméis a la web para leerlo. Pero no por ello podíamos dejar de hablar de un tema tan importante tanto para prevenir la enfermedad como para acatarla. Y no, no es una moda. No es ir de “guays” tampoco. Mucho antes de que la OMS publicara aquel polémico informe que generó tantas reacciones y protestas, ya se sabía del poco favor que las personas nos hacemos a nosotras mismas consumiendo carne día sí día también. El asunto ha sido más que estudiado: el consumo de grandes cantidades de carne roja se ha asociado a un incremento en la posibilidad de sufrir cáncer, especialmente colorrectal, de esófago, de estómago, de próstata, de vejiga y de mama. Nos guste más, nos guste menos, el dato está ahí.

Ahondemos en el tema.

Por un lado, pensemos en la dieta qué hemos estado llevando durante años… ¿Cuánta carne a la semana consumimos? ¿Y al día? Y es que como todo, el problema no es consumir carne de vez en cuando, sino consumir carne casi a todas horas, en comidas, en cenas ¡e incluso en desayunos! Y encima, en muchas ocasiones, carne de poca calidad: ¿alguna vez al freír un filete éste os ha soltado una especie de espumilla?.. A mí sí, más de una vez. ¿Y sabéis qué es en realidad esa espumilla? Pues hormonas, antibióticos, toxinas, etc. del animal en cuestión. Vamos, dicho de otro modo, carne de muy mala calidad.

Por otro lado, tenemos que recordar que no somos animales carnívoros. Ni nuestra mandíbula, ni nuestros dientes, ni nuestro intestino son como los de los animales carnívoros. ¿Alguna vez os lo habíais planteado? No estamos preparados para asimilar y digerir la carne. Nuestro intestino es tan largo que tardamos una eternidad en desechar las proteínas cárnicas que comemos. Y esto, no puede ser bueno. Debemos asumir que somos animales omnívoros y que nuestra prioridad ha de ser la fruta y la verdura.

¿Qué es lo más destacable de la carne?:

  • Es rica en grasas saturadas y grasas trans. Grasas no saludables y asociadas con un mayor riesgo de sufrir cáncer.
  • Es tremendamente pobre en fibra. Y esto ya sabemos lo que significa, causa además de que aumente el riesgo de padecer cáncer de colon.
  • Es rica en tóxicos: pesticidas (contenido incluso mayor que en los vegetales), hormonas (utilizadas para incrementar el crecimiento de los animales) y restos de antibióticos (utilizados cuando el animal se encuentra enfermo).
  • Es inflamatoria. Ya sabemos que debemos tener mucho cuidado con los alimentos que producen inflamación porque las células cancerígenas se desenvuelven como pez en el agua en zonas inflamadas. ¿Por qué la carne es inflamatoria? Pues porque los animales suelen estar alimentados por piensos ricos en omega 6, sustancia muy inflamatoria de la que en otro post hablaremos largo y tendido.
  • Está cargada de conservantes, entre los que destacan los nitritos y los nitratos. La industria utiliza estas sustancias para disfrazar el semblante que se le queda a la carne tras matar al animal: en cuanto empiezan a pasar los días, se empieza a pudrir y su aspecto se torna medio gris medio verde y así, nadie daría un duro por ella. Sin embargo mediante todas estas sustancias consiguen «poner guapa» a la carne, con un semblante rojo que invita a su compra. El problema es que tanto los nitritos como los nitratos son potentes cancerígenos.
  • Está envasada casi siempre en plásticos que desprenden sustancias tóxicas. El bisfenol A, que está ligado con el cáncer de mama y de próstata, es uno de ellos.
  • Cuando la freímos o la preparamos a la brasa desprende sustancias cancerígenas.

¿Qué sería lo ideal?

  • Si tengo cáncer, restringir el consumo cárnico al máximo.
  • Si no tengo cáncer, consumiré carne de forma ocasional –una vez por semana-, intentando elegir las carnes menos grasas: pollo, pavo, conejo y si pudieran ser ecológicas tanto mejor. ¿A qué nos referimos con ecológicas? A animales que han sido criados en libertad y alimentados de una manera natural. Evitaré a toda costa las vísceras (hígado, riñones, sangre) pues es donde se acumulan más tóxicos, y los ahumados.