¿Quién no conoce a Vanessa? ¿Quién no conoce a la artífice de Las Aventuras del Cáncer? ¿Quién no conoce a la persona qué está detrás del blog El crep de mi vida? 🙂
Estamos seguras que muchos de vosotros sabéis muy bien de quien os estamos hablando. Muchos quizás sigáis su blog. Y otros muchos tal vez ya tengáis por casa su cuento. Pero también estamos seguras que muchos aún no habéis tenido el placer de conocerla…
Esta es una buena oportunidad para que, quien no la conozca, la conozca, y, para que, quien ya la conozca, la conozca mejor. La hemos entrevistado. El resultado es sincero y resultón. Y es que Vanessa ha respondido a nuestras preguntas desde el corazón. Y eso se nota. Además, ya sabéis que nuestros invitados han de ser especiales y bonitos. Nos gusta que Jaque se llene de buenas energías. Y nos gustan los invitados que os puedan inspirar, motivar y alentar, independientemente de vuestras circunstancias personales. Vanessa cumple todo esto. Y encima, ¿sabéis qué? ¡Qué nunca ha dejado de bailar! (Y sabemos que nunca dejará de hacerlo). Y eso caminantes, ¡vale su precio en oro! Mirad, mirad…
Marzo 2017, ¿quién es Vanessa Nueda?
Vanessa es una persona normal y corriente, una de tantas a las que la vida ha sacudido. De carácter alegre, entusiasta, muy racional y nada penitente. Madre de dos tesoritos, mis “Baby twins”, dispuesta a pintar un arcoíris en el más oscuro de los cielos si con ello consigo su felicidad.
Y, ¿quién era Vanessa hace dos años?
Era básicamente igual, la enfermedad no me ha cambiado a mí, ha cambiado mi forma de ver la vida, ha puesto en orden mis prioridades. Básicamente soy la misma, pero soy más feliz porque ahora conozco el verdadero valor de la vida y eso te hace vivir de verdad.
¿Pruebas previas? ¿Diagnóstico? ¿Operación y post operatorio? ¿Tratamiento? ¿Cuál fue el peor momento de todo el proceso? ¿Qué te “salvó” en ese peor momento?
El momento diagnóstico sin duda es el shock más grande, vas a una visita a recoger los resultados y cruzas una puerta en la consulta creyéndote sana y capaz de comerte el mundo y minutos después te estás preguntando si vas a morir. Ha sido un proceso muy largo, la primera operación fue una tumorectomía y recuerdo que pensé… ¡Qué bien! Esto no duele nada, sacar una muela del juicio fue muchísimo peor. El vaciado de ganglios ya es otra cosa. El tratamiento es una montaña rusa, días en los que no puedes con el peso que sientes a tus espaldas, te mueves por inercia, pero hay días buenos, en los que te encuentras bien y te sirven para alimentarte de vida y así hasta el siguiente ciclo. Pero sin duda el peor de los momentos fue mi tercera operación. Yo justo estaba a mitad del tratamiento, al acabar las quimios semanales, después de 8 meses (sin descanso) de quimioterapia y me hicieron una mastectomía con dorsal ancho, consiste en quitar la mama, colocar expansor y pasar parte de la dorsal hacia el pecho y un injerto de piel de la espalda para cubrir la zona del pezón. Estuve una semana en el hospital, soy una persona que tolera el dolor y cada día acababa con medicación de rescate, había momentos que no era consciente de lo que era real o lo que no.
¿Siempre tuviste claro que lo qué te estaba sucediendo tenía que trascender y llegar a tus BabyTwins, Éric y Martina? ¿Por qué? ¿Cuál fue el primer paso qué diste en este sentido?
Eso es algo que tenia clarísimo, quería normalizar. El cáncer lo sufre uno, pero nos guste o no, el tratamiento lo padece toda la familia, nos enfrentábamos a un proceso largo, ellos lo iban a vivir en primera persona por lo tanto me parecía vital ayudarles a hacerlo de la mejor forma posible. Todo fue muy pausado, justo antes de cada situación les contábamos que iba a suceder, lo hacíamos como si de un mundo de fantasía se tratara y ellos, la mar de receptivos, lo acogían con tremenda ilusión. En definitiva los niños perciben las emociones con las que les comuniques, creen en la Navidad, el Ratoncito Pérez y otras fantasías… lo hacen porque hemos sido capaces de maquillar un mundo de fantasía para que sean más felices. En el caso de Las Aventuras del Cáncer, no les conté ninguna mentira, simplemente les conté lo que ellos necesitaban saber, intenté que tuvieran respuesta a cada una de las situaciones que íbamos a vivir y lo hice haciendo que ellos fueran protagonistas de la historia.
¿Cómo se lo tomaron Éric y Martina? ¿Cuál fue su primera reacción, esa reacción en caliente tan natural por parte de un niño? ¿Te sorprendieron?
Afortunadamente los niños tienen una capacidad de adaptación sorprendente, tienen una naturalidad innata, y eso ayuda mucho. Siempre lo vivieron como un juego. En mi primera quimio, cuando volvieron de la escuela, Èric se tiró al suelo enfadadísimo porque todavía tenía pelo y él ya quería que fuésemos todos piratas. Antes de hacer radioterapia me inflaron el expansor, pasó a ser un pecho de 300gr a algo más de 500gr, eso quiere decir que visiblemente se veía la diferencia, el antes y el después a Martina no le paso desapercibido y todavía no había entrado por la puerta que a lo lejos ya me decía, pero que teta más grande.
¿Por qué un blog? ¿De dónde nació la idea? ¿Cuáles eran tus pretensiones cuándo lo comenzaste? ¿Te llegaste en algún momento a imaginar las repercusiones qué tendría?
Un blog siempre era algo que rondaba en mi cabeza, pero me imaginaba un blog de mami, planes con niños o incluso una especie de diario digital para cuando fueran mayores. Con el diagnóstico me enfrentaba a un tratamiento duro, quería tener una ocupación que no fuera una obligación. En realidad soy tímida y introvertida para hablar de mis sentimientos, así es que pensé que esta pantalla en blanco me ayudaría a vomitar todas las emociones a las que iba a enfrentarme, empecé a escribir como terapia personal. Jamás imagine lo que podía suceder, algunas veces todavía me pregunto ¿en qué momento ha sucedido esto?
¿En qué momento y por qué surge la idea del cuento Las Aventuras del Cáncer?
Las Aventuras del Cáncer nace casi por accidente. Yo compartía mis aventuras por las redes, lógicamente el día a día con los niños hizo que explicara en algún momento como les había contado algún capítulo de la enfermedad, empecé a tener consultas, y un día sin darme cuenta escribí la historia entera para enviársela a una persona. Una vez escrito pensé que éramos muy afortunados, que los niños habían reaccionado siempre tan bien… y que eso no podía quedármelo, debíamos compartirlo. No creo tener una varita mágica, ni la verdad absoluta sobre nada, simplemente soy una madre que buscó la forma de convertir las lagrimas en sonrisas.
¿A quién crees qué puede ayudar tu cuento?
Sinceramente creo que no tiene un público cerrado. Obviamente es un cuento fantástico para niños que tienen que vivir el cáncer de cerca. Las Aventuras del Cáncer es una historia llena de amor y ternura que fomenta valores y eso es apto para todos los públicos. Y para adultos es una “micro historia” con una dosis de realidad, de esa que te hace poner los pies en el suelo de nuevo.
Tras todo lo vivido, ¿ha cambiado tu manera de vivir? ¿Tu filosofía de vida sigue siendo la misma qué hace años?
La enfermedad te cambia la vida, cuando sientes que tu vida está en riesgo es cuando realmente empiezas a vivir, es triste, pero es así. Nos preocupamos todo el día por banalidades y la rutina nos parece lo peor del mundo, nos quejamos por todo y por todos… Con la enfermedad pasas episodios muy duros, y cuando logras recuperar un ápice de cotidianidad, esta tiene un valor incalculable. Ahora le agradezco a la vida, tengo mil efectos secundarios pero les acojo con gusto, sé que son mi precio por vivir, y estoy agradecida por poder hacerlo.
¿Qué consejos le darías a alguien qué ahora mismo esté atravesando por un momento parecido?
Que no se desespere, todo acaba pasando. Sea lo que sea que le pase, que jamás deje de bailarle a la vida, que no permita que nada ni nadie le robe un día de felicidad. El mañana es incierto para todos, así es que… ¡BAILEMOS!
Vanessa, gracias infinitas por esta entrevista. Gracias infinitas por compartir con el mundo tus experiencias con el cáncer. Gracias por ese inspirador cuento para grandes y pequeños. Gracias por ser como eres y gracias por nunca dejar de BAILAR.
¡Ha sido un gran honor tenerte en Jaque! ¡ÁNIMO y hasta pronto!
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