La lectura siempre está presente en nuestras vidas. En ocasiones menos de lo que quisiéramos, pero es que a veces la rutina no nos deja tiempo para dedicarle al “libro de la mesilla”. Por suerte, están los veranos, que, al menos en nuestro caso, nos permiten dedicarle más tiempo a este menester. Teníamos claro que el primer libro que pasaría por nuestras manos este verano sería este: Un intruso en la familia. Intuíamos que era uno de esos libros que tendría que formar parte de las recomendaciones de Jaque. Y así fue. Y aquí está.

Hace meses ya, compartimos con vosotros en redes una entrevista de radio que Carles Francino le hizo a Carlos Hernández. A nosotras aquella entrevista nos cautivó. La historia familiar de Carlos era digna de un libro. Nos hicimos con Un intruso en la familia y hasta julio no pudimos enfrascarnos verdaderamente en su lectura. Como era de esperar, nos enganchó y nos sumergimos tanto en la historia de esta familia que incluso alguna lágrima soltamos leyéndolo. Y es que sí, aunque el talante del libro no es ni la lamentación ni el derrotismo -todo lo contrario, Carlos es un positivo empedernido y eso lo transmite en su libro desde el primer momento-, el trasfondo es terrible: el cáncer por partida doble en una familia y al mismo tiempo.

Desgraciadamente este caso no es un caso aislado ni único en el mundo, son muchas las familias a las que les sucede algo parecido, o incluso más dramático y tremendo. Por eso, tal vez esta sea una lectura muy recomendada para todas aquellas personas que tienen que vivir situaciones similares. A través de su historia familiar, Carlos nos orienta en cómo podríamos proceder ante las muchísimas y distintas situaciones que el cáncer te va poniendo en el camino: desde cómo podrías contarles a tus hijos que tienes cáncer y cómo involucrarlos en el proceso, hasta cómo podrías actuar y ayudar a un enfermo terminal, o cómo podrías enfocar las visitas al oncólogo, y así… un largo etcétera.

Sin embargo, este libro no excluye a nadie. Es decir, creemos que es un libro que todos deberíamos leer, se cruce el cáncer en nuestras vidas o no. Con su lectura se aprende a valorar más lo que tenemos en el momento presente y a darle importancia a las cosas que realmente la tienen. También se aprende a enfrentarse a cualquier adversidad de la vida con un enfoque diferente y más positivo.

Os dejamos aquí unas líneas, con las que arranca la introducción del libro:

“El libro que tienes en tus manos no es un manual más, ni un libro de autoayuda o superación como los que podrás encontrar en cualquier librería. El libro que tienes en tus manos te cuenta lo que he aprendido, junto a los míos, después de vivir una experiencia personal tan dura como enriquecedora (…)”

Y es que al final, lo que se aprende a través de la experiencia, no se puede aprender ni en la mejor universidad del mundo.

Gracias Luis (In Memorian). Gracias Ana. ¡Gracias CARLOS!