Foto | Nora Zubia @slowandchic
La vida está llena de metas. Y nuestro día a día supone el cumplimiento de muchas de esas metas. Algunas metas las alcanzaremos sin más, sin ser apenas conscientes de ello. Otras no. Y puede que tal vez algunas se nos escapen de las manos.
La cuestión en esta ecuación de metas y vida no está en el resultado final, sino en el planteamiento y en la ejecución de la ecuación. Aunque no siempre consigamos resolverla adecuadamente, orgullosos y tranquilos debemos sentirnos si el desarrollo fue el adecuado. O, más bien, más que el adecuado… el que nosotros pensábamos que era el más oportuno en ese momento.
Para conseguir este buen desarrollo, se necesitan muchas cosas, pero creemos que estas dos son esenciales: constancia y esfuerzo. Y casi, casi, una lleva a la otra de la mano.
Así que sí, os animamos a que seáis constantes y a que os esforcéis en esos desarrollos de ecuaciones. Sanos o enfermos, todos tenemos metas y todos tenemos ecuaciones que resolver. Centrémonos pues en la manera de resolverlas y no en el resultado final.
¡Ánimo! ¡Ya es miércoles!
Vamos a por una bonita jornada 🙂