Os voy a contar una historia.

La Semana Santa pasada “un tal David” se puso en contacto con nosotras mediante un mensaje privado por Facebook. Nos hablaba por encima de un proyecto que él y su pareja estaban a punto de lanzar y para el cual necesitaban personas dispuestas a hacer una prueba piloto del citado proyecto. En aquel momento, además de estar trabajando a medio fuelle, debido a las vacaciones mencionadas, estábamos un poco saturadas de cosas que compartir -hay épocas en que nos hacéis llegar muchas y no damos abasto, primero para verlas y saber de qué se tratan realmente (no nos gusta compartir por compartir) y después para difundirlas en redes sociales-. ¡El caso es que se nos olvidó! A las pocas semanas, David insistió. En ese momento, ante mi olvido y su educada manera de recordárnoslo 😉, captó nuestra atención por completo. Entonces procedimos a indagar más. Y nos contó su historia… Su historia y la de Blanca, su mujer. Y la de Gloria, madre de Blanca, y la de Paco, su padre. Y entonces entendimos su proyecto al cien por cien.

Y, nos enamoró.

Y así fue como publicamos en Facebook aquella búsqueda de personas que quisieran formar parte de aquella prueba piloto. Algo conseguimos.

Desde entonces, les seguimos la pista. Y no les perdemos de vista por nada del mundo.

En verano despegaron. Eat 4 Being está en el aire ya. Y, caminantes, os aseguramos que la cosa promete. Y que es algo que seguramente os interese:

Eat 4 Being es una plataforma on line desde la que se pueden adquirir los ingredientes y las recetas de platos saludables. Platos que están especialmente diseñados para personas que han tenido o tienen cáncer. O, simplemente, platos para personas a las que les gusta comer sano sin muchas complicaciones.

Fin de la historia.

¿O no…? 😊 Os prometemos que os traeremos a David un día a Jaque para que él mismo os hable de Eat 4 Being y os cuente porqué surgió todo. Mientras tanto, una servidora os va a hacer un feedback de su experiencia directa y en primera persona con Eat 4 Being. ¡Y es que yo ya he recibido en casa un paquete de Eat 4 Being! ¡Durante varios días no tuve qué organizar las cenas de mi marido y mías! ¡Ni pensar qué cenar, ni ir a comprar, ni buscar recetas! ¡Nada de nada!

¡Allá voy! ¡Os cuento!

Ding dong. Suena el timbre, abro la puerta y el repartidor me entrega una caja. Veo el remitente, sonrío y pienso, bien, llegó lo de Eat 4 Being. Al abrir la caja, me quedo boquiabierta ante la presentación del asunto. Todo perfectamente organizado. Con la etiqueta por fuera de cada bolsa-paquete indicando que esos son los ingredientes necesarios para cocinar tal o tal plato. El plástico brilla por su casi ausencia y me alegro… y pienso, además, son una empresa consciente con el medio ambiente…esto apunta buenísimas maneras. Sigo sacando todo. La materia prima se ve de una calidad excelente. Lo que necesita frío viene adecuadamente empaquetado. Y además, cada bolsa-paquete de cada plato para cocinar viene acompañada de una hoja cuidada y bonita con: 1) los ingredientes de cada plato, 2) los pasos a seguir para elaborar dicha receta, 3) los tiempos estimados para preparar dicho plato e 4) información nutricional sobre algún ingrediente. ¡Alucinante! ¡Todo está pensando!

Media hora antes de la cena más o menos, mi marido y yo abríamos la bolsa-paquete del plato que ese día íbamos a preparar y nos poníamos manos a la obra. Y digo media hora antes porque es más o menos lo que tardas en preparar la mayoría de los platos. Y es que claro, siempre se ahorra tiempo porque no hay preparativos de ningún tipo. Todos los ingredientes organizaditos y esperando a que los utilices. ¿No os parece una súper idea? A mi me lo pareció. El proceso de elaboración de cada plato es sencillo y el resultado, en cuanto a cantidades y sabor, es bárbaro. Palabra de Jaque.

Y ahora sí. Fin de la historia. Aunque, algún día no muy lejano, seguirá, pero con la voz de David detrás de vuestras pantallas.

¿Trato hecho caminantes?