ACEITE DE OLIVA A SECAS NO, ¡POR FAVOR! ¿POR QUÉ?

aceite de oliva

Foto Nora Zubia @slowandchic

La verdad es que la idea inicial de este post era hablaros sobre el proceso de refinamiento de los alimentos en general (recordad que frente a los alimentos refinados encontramos a los alimentos integrales). Íbamos a centrarnos en esos alimentos en los que la industria “más se ceba”, aniquilando todos sus nutrientes, para abaratar costes y vender verdaderas gangas en los establecimientos. Sin embargo, la idea inicial ha quedado un poco “pospuesta” para darle vida y luz a un post basado única y exclusivamente en el proceso de refinado que los aceites sufren. El aceite de oliva para ser más exactos. Será un post conciso y breve, pero muy importante…

Caminantes, tomad asiento ante lo que vais a leer. No abráis la boca y no os echéis las manos a la cabeza… Lo de mantener la boca cerrada y las manos relajadas, sea seguramente lo que le dice la industria a esos consumidores que cada vez nos preocupamos más y más por nuestra salud y por saber lo que comemos… Una industria con ansias de apaciguar una posible revolución y/o crisis que afecte a su mercado. Pero es que, es cierto eso de, ¿ojos que no ven, corazón que no siente? ¿O sí? O más bien aquí podríamos decir, ¿ojos que no ven, salud que si siente? Ahí lo dejamos.

A ver.

Como decíamos, en todo proceso de refinado se eliminan casi la totalidad de los nutrientes útiles de los alimentos. Con el aceite de oliva refinado, más de lo mismo. Esas grasas saludables tan famosas sobre las que todo el mundo habla cuando del aceite de oliva se trata, desaparecen por completo. Y poco le aporta un aceite de oliva a secas (aceite de oliva a secas = aceite refinado) a nuestra salud.

Ahondemos un poco más en el asunto y ved a grandes rasgos cual es el proceso de refinamiento al que someten a los aceites que no son vírgenes. Quizás, al conocer esto con más detalle, terminemos de concienciarnos respecto al aceite refinado:

  1. El aceite se hierve en grandes contenedores.
  2. Una vez depositado aquí el aceite, se le va echando lejía sódica.
  3. De esta primera mezcla la industria obtiene aceite de oliva a secas, y, también, jabón y glicerina.
  4. Se decanta la mezcla. Una parte se utiliza para un fin y otra parte para otro fin.
  5. La parte destinada a terminar siendo aceite vuelve a sufrir otra buena cantidad de procesos químicos. ¿Con qué fin? Eliminar los sabores, los olores, los colores y la acidez.
  6. Como este aceite que se obtiene no es apto para un consumo directo, porque, entre otras cosas, no va a tener apenas sabor, olor y color, y porque como en el refinado perdió sus conservantes naturales, será un aceite que coja sabor a rancio muy pronto. Por todo esto, para poder comercializarlo, han de añadirle conservantes. Y este conservante es el propio aceite de oliva virgen. Así que, le añaden un “nada” de aceite de oliva de calidad y listo. Así consiguen: poder comercializarlo y darle cierto aroma, cierto sabor y cierto color (nada que ver evidentemente con el aroma, sabor y color de un buen aceite). Y así es como se crea ese aceite de oliva sin apellidos. Ese aceite de oliva a secas… que no es otra cosa que un aceite de oliva refinado y de calidad cuestionable.

¿Os dais cuenta caminantes? ¿Entendéis la importancia del asunto? Así que, caminantes, esta moda del aceite de oliva virgen o virgen extra, no es una moda sin más ni un capricho. Es salud. Y consciencia. Humana, social e industrial.

¡Feliz semana!

 

2 comentarios en “ACEITE DE OLIVA A SECAS NO, ¡POR FAVOR! ¿POR QUÉ?

Deja un comentario