Foto | Nora Zubia @slowandchic
Buenos días caminantes. ¿Listos ya para la penúltima premisa de nuestro Reto de Fin de Año? Pues venga, ¡vamos allá!
Día cuatro del reto:
SOY COHERENTE
Debemos intentar ser siempre coherentes. Coherentes con nosotros mismos, coherentes con nuestros pensamientos y coherentes con nuestra forma de actuar. Sabemos que hay veces que la vida nos plantea situaciones que no dependen de nosotros y en las que esto es más difícil de llevar a cabo. Aun así, intentémoslo. Y, sino se puede, el hecho de ser conscientes del asunto ya es un punto a nuestro favor. Porque además la coherencia o la falta de coherencia tiene mucho que ver con la consciencia y con la ignorancia. Cuanto más conscientes seamos de algo y cuanto más sepamos sobre algo -y, por tanto, menos ignorantes seamos-, más podremos hacer y mejor lo haremos. Procederemos de formas mucho más coherentes, seguro. Y además… “el saber no ocupa lugar”. No dejemos de enriquecernos y de aprender. Ese constante aprendizaje nos llevará por el camino de la coherencia.