
Conozco el mango desde niña. Y siempre me ha encantado. Es sin duda alguna una de mis frutas favoritas -especialmente una variedad del mango denominada “Manila”, ¿la conocéis? – y desde que sé todo lo que sé en cuanto a alimentación, salud y bienestar, ¡me gusta más aún!
Esta fruta tropical que cada vez se cultiva y se consume más en nuestro país, es un diamante en bruto que puede contribuir muy mucho a ayudarnos a sentir bien, a cuidar nuestra salud y a sumar puntos positivos en nuestra alimentación diaria. ¿Por qué? Porque el mango contiene MANGIFERINA, un compuesto muy interesante que hace que el mango cuente con virtudes tan bonitas como estas y sea por tanto eficiente en varios menesteres:
- Contener buenas dosis de beta-carotenos -lo que hace que estemos ante una fruta de estupendas propiedades antioxidantes-, vitamina A -al mismo nivel que la zanahoria-, vitamina B -ácido fólico- y vitamina C. Con esta carga de vitaminas cae de cajón que es un alimento que cuida de sobremanera el óptimo rendimiento de nuestro sistema inmune, es decir, que contribuye a que nuestras defensas estén a tope de power.
- Contener mucha fibra. Ya sabemos, y sino, por si acaso, lo repito otra vez 😉: esta fibra nos ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Y esto, es primordial para la salud de todos, pero sobre todo para personas que tienen diabetes o que tienen o han tenido cáncer.
- Contener una buena carga de polifenoles. Importante si tengo cáncer (polifenoles = antiinflamatorios) o padezco de alguna enfermedad coronaria.
- Contener mucho hierro. Importante si tengo anemia.
- Contener unos índices calóricos y de sodio muy bajos. Interesante por tanto para personas hipertensas o personas que quieran adelgazar.
- Contener mucha agua y ser especialmente digestivo.
Dicho esto, a 30 de septiembre de 2020, viviendo lo que estamos viviendo, en esta época insólita de mascarillas, distancias de seguridad y pandemias, viendo como el frío acecha ya con fuerza, es más importante que nunca cuidarnos para que nuestro cuerpo esté fuerte y alerta. Y esto, queridos caminantes, lo conseguiremos si, entre algunas otras cosas, comemos bien de manera habitual y sentamos precedente con unas buenas bases alimentarias en nuestro día a día.
El mango puede aportar su granito de arena. Y al loro, que el español está en temporada. Así nos aseguramos precios razonables, y apostamos por el producto de proximidad… y así sumamos de paso también nuestro granito de arena en la economía de nuestro país, que bien lo merece y que también, ahora más que nunca, nos necesita.
Os dejo aquí el enlace a una receta salada con mango que publiqué hace tiempo. Fácil, rica y sana, ¡qué aproveche!