Foto | Nora Zubia @slowandchic
Muchas veces lo pensamos.
Sobre todo en esas ocasiones en las que el oncólogo, ante una petición de cambio de hora para poder acompañar a tu madre a su próxima consulta -cambio que solicitas por problemas de ajustes de horarios con el trabajo, no por algo injustificado, todo sea dicho- te espeta como si nada “señora, esto no es una peluquería, no está usted sacando una cita para irse a cortar el pelo”. Y se queda tan ancho. O ancha. Y mientras a una le dan unas ganas locas de darle un bofetón. Sí, sí, ¡tal cual! Porque, además, no es que el oncólogo en cuestión hoy tenga un mal día… es que esta es su línea de atención en las cientos de consultas que ya llevas con él. O ella. Y no hay día que no te suelte una bordería parecida. Y lo peor es que también sufres, porque ves de reojo la cara de congoja de tu madre, a la que la quimio últimamente le está haciendo estragos, y se te cae el alma a los pies…
¿Y qué era lo que pensábamos? …
Pues que qué maravilloso sería que existiese siempre un poco de empatía y receptividad en las consultas médicas. En este caso, en las oncológicas. (Sabemos que en muchas sí que las hay, y por esos buenos médicos, lanzamos ¡un hurra!). Porque a veces parece que uno está tratando con funcionarios. De esos a los que tienes que recurrir para solucionar algún tema de papeleo por ejemplo y parece que te están perdonando la vida cuando te están atendiendo. La diferencia es que en el trato con estos últimos funcionarios no hay temas de salud importantes de por medio. Y claro, en esos casos, te resbalan más las cosas, porque tu salud “no está en sus manos” … Y porque tu estado emocional no será seguramente el mismo que tienes cuando estás enfermo….
Caminantes, ¿no sería estupendo qué todos los oncólogos tuviesen un corcho en su consulta en el que colgase una hoja con los puntos clave para que el desarrollo de su trabajo fuera de diez? Una especie de guion con esas pautas elementales que sí o sí todos tuvieran que cumplir. Y nos referimos tanto a pautas meramente médicas, como a pautas de conducta, o pautas de otra índole, como esas relacionadas con la importancia de tu estilo de vida cuando estás enfermo: ayer en redes ya le dimos bastante revuelo a este punto en redes. ¿Lo visteis? Lo dejamos por aquí, para los despitados 😉. Quizás algunas pautas os parezcan una tontería y las tachéis de menudeces. Pero es que cuando el cáncer está de por medio, todo cuenta…
Dicho lo dicho, os presentamos a nuestro decálogo para un buen oncólogo:
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Que sea un buen profesional desde el punto de vista técnico y médico.
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Que te explique de manera fácil y amable lo que implica un proceso oncológico en la vida de una persona. Si se quiere, se puede hacer.
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Que te de todo tipo de herramientas para llevar los tratamientos lo mejor posible, como, por ejemplo: pistas sobre ejercicio físico y pistas básicas sobre alimentación. Con unas simples pinceladas sería suficiente para arrancar. (Sabemos que llegados este punto muchos nos vais a decir que esto no se lleva a cabo porque nuestro sistema sanitario no lo facilita. Y entonces nosotras os responderemos: “querer es poder”. Y os contamos entonces, que hay oncólogos que sí que lo ponen en práctica).
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Que le mueva la vocación, antes que nada. Sabemos que esto es un poco utópico, pero todos los médicos deberían tener una vocación real y puesta en práctica en todo momento.
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Que sonría al menos un par de veces durante la consulta. Por ejemplo, dos momentos fáciles de hacerlo: al recibir y al despedir al paciente.
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Que te permita interactuar con él. Que puedas consultarle dudas sin que te de pavor. Y, claro está, que te responda y, ya puestos en pedir, que lo haga en un lenguaje legible para alguien que no es médico.
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Que te escuche de verdad. Oír no es escuchar. Los pacientes y acompañantes perciben cuando no te están escuchando y es muy frustrante.
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Que no parezca que te está haciendo un favor cada vez que vas a su consulta. A fin de cuentas, es su trabajo. Y él o ella lo eligieron.
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Que, si algo no está funcionando y, si existe otro camino, otra alternativa, te la exponga lo antes posible. A veces, por dejadez o porque eso le implica más trabajo, se hace la vista gorda y luego… ya es demasiado tarde.
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Que no se dejen llevar por conflictos de intereses en ningún momento. El tema de las farmacéuticas está ahí y es un asunto complejo. Pero, a fin de cuentas, la salud debe primar siempre, sobre cualquier otra cosa.
Y hasta aquí nuestro decálogo. Seguro que hay cosas que se nos quedan en el tintero. Y seguro que hay cosas con las que no estéis de acuerdo. El objetivo, en cualquier caso, no es otro que SUMAR puntos en el complejo mundo de la oncología. Y aportar nuestro granito de arena…. Tratando, siempre, siempre, siempre, de ayudaros a caminar lo mejor posible cuando el cáncer llama a vuestra puerta.
Y es que, por si no os habíais dado cuenta:
NO, NO ESTÁIS SOLOS 😉.
Excelente nota…Hola chicas,tal vez es medio imposible mi pedido .Pero me encantaría ,leer algo también de lo real del cancer.(mi teléfono se niega a ponerle tilde )les confieso que pase mi enfermedad como una guerrera ,de Troya.Pero mi marido no supo acompañarme .Cosa que confieso…sufrí y sufro tanto como el primer día .Mas no sé si por ellos que pasará .Tengo una y tenia una familia maravillosa,súper enamorados.No se si les pasa a otras mujeres.No se cómo les fue .Hay días que quiero morirme,por ello….y les digo no los merecemos ninguno.Estas enfermedades traen estas situaciones ,las mujeres no podemos enfermar.El hombre se asusta y se pone tonto😂.Perl de eso tampoco se habla.Si me hubiesen visto enferma con hijos chicos o jovencitos.Ustedes hubiesen estado orgullosa de mi❤️
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Hola Nieves!!! Muchas gracias, nos alegra que te haya gustado el post!! Una duda nos entra con tu petición…. a que te refieres con lo real del cáncer? A hablar de lo que supone el cáncer en mujeres? Lo que trastoca las vidas familiares y las vidas en pareja? Es eso? Por supuesto que si te viéramos estaríamos orgullosas de ti! Ya lo estamos sin necesidad de verte 😉 Un abrazo gigante.
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Hola, mi nombre es Valentina y les escribo desde Cordoba, Argentina y desde ahí le digo Jaque al cáncer todos los días, llevando este proceso lo mejor posible, aprendiendo, estando mas consciente que nunca, dejando lo malo atrás y sobre todo queriéndome, si, porque se que voy a cura, que voy a sanar, porque estoy rodeada de gente bonita, de cosas lindas y un excelente grupo de profesionales, entre ellos mi oncologo, que desde el primer día se comprometió conmigo y me dijo que puedo hacer todo lo alternativo que yo quiera, él se pone en mi lugar y me entiende, porque cuando voy con alguna duda, algún miedo, el me agarra de la mano y me dice eso es normal, tranquila, siempre mirándome a los ojos, eso, ante todo es calidad humana.
Leí este posts, el de la cúrcuma y sentí la necesidad de escribirles y contar mi experiencia, el me dijo que mientras no abandone el tratamiento oncologico que haga todo lo alternativo que quiera, que para mi mas que alternativo es integrativo del tratamiento principal.
Maravillosa su pagina, todo lo que escriben, gracias y bendiciones
Valentina Jaime
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Hola Valentina!!! Muchísimas gracias a ti!! Por tu comentario ….. y por ser como eres. Por lo que cuentas, eres todo un ejemplo y una paciente realmente involucrada con su enfermedad. Sigue así!! Que suerte tener un oncólogo de semejante calidad a todos los niveles!! Nos apuntamos lo que te ha dicho sobre la cúrcuma, está bien saber que hay oncólogos que pujan por sumar y no restar!! Un abrazo enorme volando va, hasta Argentina 😉
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