Foto | Nora Zubia @slowandchic

Una servidora tiene en casa a un fan absoluto de aderezos y potingues de lo más variopintos. Y es que a mi media naranja no le gustan los sabores simples, ni en las ensaladas. Esto tiene su lado bueno -ha aceptado de muy buena gana que las especias tengan ahora un lugar importantísimo en nuestra cocina- pero también su lado menos bueno. En este afán de búsqueda de aderezos imposibles hubo una época en casa en que en nuestras ensaladas reinaban un sinfín de vinagres balsámicos y demás monerías. Bendita inocencia -o ¿maldita ignorancia? -… yo encantada con aquello. Incluso el gazpacho, que ya entonces era un plato estrella en casa, lo atiborraba de aquellos vinagres, y, por tanto, de azúcar. Sí, caminantes, los vinagres balsámicos suelen venir atiborrados de azúcares, entre otras muchas cosas. Así que, convertía un plato de diez, como es el gazpacho, en un plato de menos de diez.

Por suerte esto ha cambiado. Y tanto mi socia como yo seguimos en nuestra particular lucha contra el azúcar oculto. Y atrás quedaron aquellos vinagres para dejarle paso y protagonismo absoluto al vinagre de manzana. Cabe comentar que mi socia intentó aderezar durante un tiempo solo con limón, pero finalmente sucumbió a los encantos del vinagre ecológico de manzana.

El vinagre de manzana es un alimento fermentado que, evidentemente, se elabora a partir de manzanas. En ese proceso de fermentación, las bacterias y las levaduras beneficiosas que las manzanas contienen hacen que los azúcares se conviertan en alcohol para luego dar paso al vinagre.

¿Qué tiene de bueno el vinagre de manzana?

• Ayuda a paliar la acidez estomacal, ya que regula los ácidos del estómago de manera natural.
• Ayuda a que las digestiones sean más llevaderas.
• Ayuda a aliviar los problemas de gases.
• Ayudar a evitar el estreñimiento.
• Ayudar a tratar infecciones bacterianas y fúngicas.
• Ayuda a controlar el colesterol.
• Puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre (siempre y cuando sigamos una dieta adecuada. No pensemos que si “nos damos al vinagre”, sin cuidar nuestra alimentación, se van a acabar nuestros problemas de azúcar en sangre).
• Puede ayudar a combatir las molestias y el dolor causados por cuadros de artrosis y artritis.
• Ayuda a disolver los cálculos renales y previene la formación de los mismos.
• Es un estupendo probiótico natural. Aquí ya lo incluíamos en nuestra lista de alimentos probióticos.
• Parece que su uso para temas capilares es fantástico: aporta brillo a nuestro pelo y elimina la caspa.

¿Cualquier vinagre de manzana es recomendable?

Buscad siempre marcas fiables y con sellos de garantía. De lo contrario, podemos llevarnos una ingrata sorpresa consumiendo un vinagre de manzana que en realidad perdió buena parte de sus propiedades. (Editamos ahora para ser aún más específicas, y daros un dato importante que se nos quedó en el tintero y que, gracias a un seguidor que nos lo recordó, lo puntualizamos ahora: un vinagre de manzana de calidad, que conserve todas sus propiedades, es aquel que no ha sufrido un proceso de pasteurización).

***Aunque el vinagre de manzana se ha considerado un remedio natural desde hace muchos años, a día de hoy, la ciencia no ha podido comprobar algunos de sus beneficios. No se le conocen efectos secundarios, sin embargo, evitemos, como en todo, el exceso.