LA REMOLACHA

REMOLACHA

Foto | Nora Zubia @slowandchic

Batiburrillo de ideas en mi cabeza. Sentimientos que afloran. Y un no saber por dónde empezar este post debido a mi estado personal actual. Y estaréis pensando, ¿por qué tanto lío para hablar de la remolacha? Pues sí. Y tenéis razón. ¿Pero no os sucede que según estéis a nivel personal vuestro trabajo toma un aire u otro? Eso es justo lo que me está sucediendo a mí en este momento. Penúltimo día de marzo y por aquí andamos ya preparando un post que se publicará justo a la vuelta de Semana Santa. Se avecinan semanas intensas y un parón en Jaque. Primer parón desde que esta aventura comenzara hace ya más de un año. Y entonces, justo hoy, que entraba en nuestros planes adelantar trabajo y sentarnos a editar un post sobre la remolacha, os asomáis nuevos caminantes por aquí. O quizás no tan nuevos, pero sí nuevos interactuando con nosotras. Y nos agradecéis nuestra labor. Y encima de maneras bonitas y halagadoras. Y entonces nos inyectáis ánimos -a veces tan necesarios- y la convicción de que todo esto sirve para algo. Y entonces, el post de la remolacha da un giro y se torna en un POST SOBRE LA REMOLACHA. ¡Gracias, gracias y más gracias!

Remolacha. Desde que empezamos a dar nuestros primeros pasos hacia una vida más saludable, esta verdura hizo acto de presencia. Al principio nos pasó un poco desapercibida. Seguramente porque no sabíamos muy bien de que verdura se trataba y cuando surge algo desconocido a priori lo ignoramos, ¿verdad? Cruda nunca la habíamos comprado. Ni siquiera sabíamos que aspecto tenía. Ignorantes de la vida, ¡jeje! Un día leí una receta de un zumo que era ideal para fortalecer el sistema inmune. Tenía como ingrediente estrella la remolacha. Lo comenté con mi socia y su interés hacia aquella verdura fue rotundo. Sobre todo, porque en aquel momento, alguien muy cercano necesitaba un buen chute de energía en su sistema inmune. Nos hicimos con las primeras remolachas. Aún me acuerdo qué pregunté en la frutería si se pelaban y qué le hacía a sus hojas y a aquellos tallos largos y rosados. Ay… ¡Qué nos da la risa!

Ahora sí. Al grano.

¿Por qué es la remolacha tan saludable?

  • Contiene flavonoides.
  • Contiene mucho hierro y potasio.
  • Contiene vitamina B y C.
  • Contiene muchos carotenos.
  • Contiene mucho ácido fólico o folatos. (Interventores en la formación de glóbulos blancos, glóbulos rojos y anticuerpos. Si estás embarazada este dato es crucial, ya que los folatos ayudan en la formación del tubo neural del feto en las primeras semanas de gestación principalmente).
  • Contiene mucha fibra, tanto soluble como insoluble.
  • Es alcalinizante.
  • Es antiinflamatoria.
  • Es antioxidante.
  • Es diurética.

¿Para qué me puede ayudar un consumo habitual de remolacha?

  • Puede aportar beneficios a personas que padezcan cáncer.
  • Puede ayudar a prevenir el cáncer.
  • Puede ayudar a mejorar el cansancio.
  • Puede beneficiar los estados de anemia.
  • Puede ayudar a fortalecer de manera importante a nuestro sistema inmune.
  • Puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre controlados.
  • Puede ayudar a controlar los niveles de colesterol.
  • Puede ayudar a disminuir el dolor menstrual.
  • Puede ayudar a estimular la función hepática, la función intestinal y la función renal. Esto se traduce en una buena manera de agilizar el proceso de expulsión de toxinas y deshechos. Incluso podría colaborar a la hora de tratar cálculos renales. (¡Ojo! Salvo los cálculos de oxalato de calcio. En este caso debemos restringir el consumo de remolacha)
  • Puede ayudar a controlar la tensión alta.
  • Puede ayudar a cuidar nuestros ojos, en especial, la zona de la mácula y de la retina.
  • Puede ayudar a prevenir la osteoporosis.
  • Puede ayudar a combatir el Alzheimer.

¿Cómo la puedo consumir?

Cruda o cocida. Es cierto que, aunque ya la hay en más establecimientos que hace un par de años, no es del todo fácil encontrarla cruda siempre. Sin embargo, nosotras os animamos a que la consumáis cruda. Buena parte de sus beneficios arriba mencionados se pierden con la cocción. Nuestros zumos naturales suelen llevar remolacha. Se consigue bastante zumo y el sabor es agradable. Cocida a veces también la consumimos, bien para añadir a ensaladas, bien para hacer hummus de remolacha.

10 comentarios en “LA REMOLACHA

    • Hola Sandry! Seguramente estés hablando de la remolacha azucarera y no de la remolacha roja. Son dos variedades diferentes, nosotras de la azucarera no podemos hablar pues no la conocemos apenas. Pero la roja puede consumirse sin temor alguno 😉 Un abrazo!

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  1. Hola!!

    Yo nunca he comentado nada pero os leo siempre me encanta e intento seguir vuestros consejos. No se que más decir a parte de agradeceros esta gran labor.

    Un abrazo muy fuerte desde Barcelona

    Teresa Solà

    ________________________________

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    • Hola María Teresa! Muchas gracias por leernos. Muchas gracias por este mensaje de agradecimiento. Y, muchas gracias por seguir nuestros consejos…. Nada nos puede satisfacer más, en serio!!! Y no hace falta decir nada más, el estar ahí detrás lo es todo 😉 Abrazo de vuelta grande volando va!

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