Foto | Nora Zubia @slowandchic

¿Qué tal ha ido el fin de semana? ¿Habéis descansado mucho? Nosotras la verdad es que sí. Yo personalmente, acabé la semana derrotada, y tanto mi cuerpo como mi mente necesitaban un respiro. Se lo di. Y ahora estoy lista para ¡comerme la semana con patatas! Bueno, no, con patatas no, mejor con… ¿semillas de chia? ¡Jajajaja! 🙂

Después del lino y el sésamo, retomamos nuestros posts sobre semillas. Y hoy le toca el turno a las maravillosas semillas de chia. Como os imaginaréis, también están cargadas de poderes mágicos para nuestra salud:

• Aminoácidos esenciales.
• Ácidos grasos Omega 3.
• Proteínas.
• Vitaminas del grupo B.
• Minerales.
• Selenio.
• Magnesio.
• Zinc.
• Fósforo.
• Fibra: incluso más que la avena.
• Potasio: incluso más que el plátano.
• Calcio: ¡hasta 5 veces más qué la leche de vaca!
• Hierro: ¡hasta 3 veces más qué las espinacas!

 ¿Para qué es útil el consumo de las semillas de chía?

1. Ayuda a prevenir la depresión y el alzhéimer.
2. Ayuda a mejorar la memoria y la concentración.
3. Ayuda a regular el colon.
4. Ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos.
5. Ayuda a disminuir las dermatitis.
6. Ayuda a reducir dolores articulares.
7. Ayuda a eliminar líquidos y toxinas.
8. Ayuda a bajar de peso, gracias a su gran poder saciante.
9. Ayuda a regenerar las células de la piel, las membranas, las mucosas, los nervios y los tejidos.
10. Ayuda a aumentar la masa muscular.
11. Ayuda a regular la flora intestinal.
12. Ayuda a prevenir el cáncer o a darle jaque al cáncer gracias a sus enormes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
13. Proporciona un aporte extra de energía. Este aporte no es peccata minuta: son muchos los deportistas que las consumen, por ejemplo, Christopher McDougall -un importante corredor de ultramaratones- recomienda su consumo en su libro Born to run. Yendo más lejos nos atrevemos a decir que podrían sustituir tranquilamente esos batidos proteicos tan famosos entre el mundo del deporte o esos batidos hiperproteicos tan famosos cuando la falta de apetito anda por ahí.

Cómo consumirlas:

Al igual que las semillas de lino y de sésamo, se pueden consumir en: zumos, ensaladas, batidos, cremas de verduras, para adornar galletas y panes caseros, etc. Igualmente, tendremos que triturarlas previamente. Las conservaremos en la nevera ya trituradas en un bote de cristal no más de tres días, para que no pierdan propiedades.

Existe otra manera de consumir la chia: dejándola en remojo al menos 8 horas (su volumen en este caso puede llegar a aumentar hasta 10 veces). Después del remojo se forma un gel. Y ese gel será el que añadamos a nuestros platos. Otra opción sería comerse ese gel a cucharadas. ¡Sí! ¡Habéis leído bien! :). Se guarda en la nevera y así lo tenemos listo para tomar cuando queramos. Estamos hablando del ya famoso «pudding de chía». Es ideal para reducir esos picoteos entre horas, sacia tanto que os olvidaréis de picar nada más hasta vuestra siguiente comida, o como desayuno.

Os confesamos que nosotras no las solemos dejar a remojo, pues la textura que confieren es un tanto rara y no nos va mucho. Así que, ¡a gusto del consumidor!